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La presencia de un nido de colibrí en tu hogar es un indicativo de que estas aves han encontrado un refugio seguro para criar. Es esencial conocer cómo interactuar con ellas y proteger su entorno.

Si te topaste con un nido de colibrí, es crucial no interferir. Estas aves, reconocidas por su inteligencia, han elegido tu espacio como un lugar seguro para sus crías. Durante la primavera, su actividad aumenta, coincidiendo con la época de reproducción y la abundancia de flores que les proveen néctar.

Existen más de 300 especies de colibríes y aunque sus hábitos de anidación varían, la mayoría de las hembras construyen nidos con telarañas, musgo y fibras vegetales. Esto les proporciona un ambiente cálido para los huevos, que suelen ser dos y de color blanco. La incubación dura entre 14 y 19 días y tras la eclosión, los pequeños permanecen en el nido alrededor de tres semanas.

Un colibrí en tu casa: qué significa y cómo debes cuidarlos

Encontrar un nido de colibrí indica que tu hogar es considerado un refugio seguro. Estas aves pueden anidar en diversas ubicaciones que soporten su peso, como ramas de árboles o decoraciones de jardín. En muchas culturas, se asocia la presencia de un colibrí anidando con buena fortuna y energía positiva.

No alterar el nido es fundamental, ya que cualquier manipulación puede poner en riesgo a las crías. Si tienes mascotas, especialmente gatos, es recomendable mantenerlos alejados del área. Puedes crear barreras o supervisar a tus animales para evitar que se acerquen. Además, evita el uso de pesticidas cerca del nido, ya que son perjudiciales para los colibríes.

Este es el significado real de que un colibrí haga nido en tu casa. Fuente: Archivo

La temporada de reproducción en México varía según la especie y la región, pero generalmente ocurre entre marzo y julio, coincidiendo con la primavera y el inicio del verano

En México, habitan cerca de 60 especies de colibríes, lo que representa aproximadamente el 20% de las especies en América. Entre los más comunes en áreas urbanas se encuentran el colibrí garganta rubí y el colibrí berilo, que son muy territoriales y prefieren lugares con poca actividad humana y abundancia de flores.

A pesar de las creencias culturales, la población de colibríes está en declive en algunas regiones. Factores como el uso excesivo de pesticidas, la pérdida de hábitat y la captura ilegal son amenazas serias. Un informe del Laboratorio de Ornitología de Cornell advierte sobre el riesgo de disminución poblacional en varias especies, especialmente aquellas con distribución limitada.

Por lo tanto, es recomendable fomentar jardines con flora nativa, evitar la poda durante la temporada de anidación y participar en programas de ciencia ciudadana, como Aves Urbanas de CONABIO, que ayudan a monitorear y conservar estas especies en entornos urbanos. Esta información fue compartida por Excélsior.

Además, es interesante mencionar que los colibríes tienen un metabolismo extremadamente alto, lo que les obliga a consumir grandes cantidades de néctar diariamente, equivalente a su peso corporal, para mantener su energía y sobrevivir.