En esta noticia

¿Sabías que cuando te ríes de ti mismo no demuestras debilidad sino que estás haciendo uso de una excelente herramienta terapéutica? La psicología explica que el humor autocrítico o autoirónico es una poderosa manera de aceptar tus imperfecciones, fortalecer vínculos e incluso, cuidar de tu salud emocional. La clave está en que esa risa tenga una perspectiva constructiva.

¿Cómo es eso? Se trata de aceptar tus propios errores y limitaciones sin caer en dramatismos y de ser auténtico. Mostrar vulnerabilidad, en definitiva, es mostrarse como uno es.

Cuándo reírse de uno mismo es terapéutico y cuándo no

La risa es terapéutica en la medida en la que sirva para mostrarse auténtico y no como signo de debilidad. Foto: FreePik.es.

De acuerdo con la psicología, si te ríes de una equivocación pero te lastimas al hacerlo utilizando calificativos hirientes, en realidad, no estás haciendo uso del humor autocrítico. Por el contrario, estás utilizando una forma de autoataque.

En el humor autoirónico la persona se convierte en protagonista de sus propias burlas pero como una forma de reconocer debilidades y fallas sin sobredimensionarlas ni minimizándolas. Se trata de mostrarse auténtico y darle real perspectiva a aquello que puede ser considerado como una debilidad.

En definitiva, quien es capaz de reírse de si mismo es una persona que tiene un buen nivel de autoconciencia: es capaz de reconocer puntos débiles y no sentir vergüenza de ellos. Esto permite una sensación de empatía y de cercanía con el entorno.

Qué beneficios terapéuticos tiene reírse de uno mismo

Entre otros beneficios, al aprender a reírte de ti mismo, aprender a regular tus emociones. Foto: FreePik.es.

No se trata aquí de que te rías de manera constante a modo de tic nervioso o de que te burles permanentemente de ti. De hecho, caer en estas dos prácticas sería precisamente lo contrario al efecto deseado. Si en cambio eres capaz de reírte en perspectiva, estos son los beneficios que logras:

  • Regulas tus emociones intensas

En momentos de ansiedad, frustración o estrés, la carga emocional puede disminuirse si haces una broma sobre ti. En ciertas circunstancias,

reírse de una situación difícil puede ayudar a recuperar la calma

. Este tipo de humor favorece una actitud más flexible frente a los problemas cotidianos.

  • Propicias la autocompasión

Cuando te ríes al aceptar tus errores promueves una relación más sana contigo mismo. De hecho, la risa se convierte en un puente hacia la

autocompasión

en la medida en que se estimula la reflexión sin juicios severos.

  • Generas empatía y confianza

Cuando te ríes de tus propios errores puedes fortalecer y

propiciar la conexión con los demás

. Mostrar vulnerabilidad a través del humor genera empatía y confianza. "Cuando nos mostramos vulnerables al reírnos de nuestras propias imperfecciones, enviamos un mensaje de autenticidad y apertura", subraya el texto.

  • Combates el perfeccionismo

Reírse de los errores propios permite alivianar la autoexigencia. Este tipo de humor recuerda que no hay necesidad de ser perfecto todo el tiempo, lo que favorece una

mayor aceptación personal

.

  • Mejoras tu estado de ánimo

La risa tiene efectos fisiológicos: reduce el cortisol, libera endorfinas y mejora el estado de ánimo. Reírte de ti mismo puede contribuir al equilibrio emocional y al bienestar general.