

Hacer transferencias bancarias desde el celular se convirtió una práctica habitual. Pero una gran parte de los usuarios ignora los peligros que implica utilizar redes WiFi públicas para hacer pagos o ingresar al banco de forma virtual, a tal punto que la información personal y los datos privados podrían ser robados en cuestión de segundos.
En detalle, los expertos en ciberseguridad asegura las conexiones abiertas son más susceptibles a ser interceptadas por los delincuentes. Por este motivo, es recomendable tener en cuenta ciertos consejos a la hora de transferir dinero desde un lugar público y con una red de Internet ajena.

Conoce los peligros de usar un WiFi abierto y evita inconvenientes de gran magnitud. Al menos no hagas operaciones bancarias sin seguir ciertas recomendaciones.
¿Qué tipos de transferencias existen?
Según BBVA, una transferencia bancaria es una operación financiera que permite a una persona enviar dinero desde su cuenta a la de otra persona o institución. Este tipo de movimiento es esencial tanto para usuarios individuales como para empresas, y existen distintas modalidades:
Transferencias nacionales: se realizan entre cuentas dentro del mismo país. Son útiles para pagar servicios, realizar compras, saldar deudas, entre otros fines.
Transferencias internacionales: implican el envío de fondos entre cuentas radicadas en distintos países. Son comunes en operaciones de comercio exterior, envío de remesas o inversiones.
Transferencias urgentes: se destacan por la rapidez con la que los fondos se acreditan, usualmente en minutos, aunque suelen tener un costo extra.
¿Es seguro realizar operaciones bancarias en una red WiFi pública?
Conectarse a internet en sitios públicos como aeropuertos, cafeterías o shoppings puede parecer una opción conveniente, pero representa un escenario ideal para los ciberataques. Las redes abiertas suelen tener poca o nula protección, lo que permite que cualquier persona se conecte sin restricciones.
La Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México advierte que estas redes suponen un alto riesgo para la privacidad de quienes las usan. Si accedés al banco desde una conexión pública, los datos personales, contraseñas o números de cuenta pueden quedar expuestos a ataques, en los que los hackers interceptan la información.
A continuación, el listado completo de los riesgos que implica usar una red pública para revisar la cuenta bancaria, realizar pagos o transferencias:
Robo de información: tus datos pueden ser capturados sin que lo notes.
Suplantación de identidad: los criminales pueden usar tus datos para acceder a tus cuentas o cometer fraudes.
Infección por malware: tu dispositivo podría verse comprometido por programas maliciosos que extraen información o alteran su funcionamiento.
Estas situaciones no solo pueden causar pérdidas económicas, sino también implicar consecuencias legales si la información se usa en actividades delictivas. También está en juego el historial financiero.
¿Cómo proteger mis transferencias bancarias?
En primer lugar, se debe evitar el uso de redes WiFi públicas. Expertos en ciberseguridad recomiendan aplicar una serie de medidas para aumentar la protección al usar la banca móvil. Entre ellas destacan:
Descargar las aplicaciones oficiales del banco o entidad financiera.
Activar métodos de seguridad adicionales, como la autenticación en dos pasos o el ingreso mediante datos biométricos (huella dactilar o reconocimiento facial).
Mantener actualizado tanto el sistema operativo del dispositivo como las aplicaciones instaladas.
Configurar notificaciones que alerten sobre los movimientos en las cuentas.
No compartir el NIP ni las contraseñas, sin importar quién diga ser.
Solicitar estados de cuenta en versión electrónica
Revisar los movimientos de forma periódica.
Si aplicas cada uno de estos consejos podrás mantener segura tu información bancaria y evitar fraudes de gran magnitud. Es clave cuidar los datos personales para prevenir la ciberdelincuencia.














