En un contexto donde las transferencias electrónicas y las compras con tarjeta siguen en aumento, el mayor dilema se encuentra en encontrar la manera de proteger cada dato personal. La innovación tecnológica ha permitido que las instituciones financieras apuesten por sistemas de defensa mucho más eficaces, y es aquí donde la inteligencia artificial (IA) ha ganado terreno.
Al día de hoy, los bancos cuentan con distintas técnicas para detectar si quien se encuentra operando en la aplicación oficial es el propio titular de la cuenta. La presión que se ejerce al poner la huella, el tiempo que se tarda para apoyarla o el ángulo en el que se desliza, son algunos de los movimientos que construyen un patrón único y descifrable para la tecnología.
Desde hace un tiempo, las entidades bancarias funcionan con un tipo de barrera digital para quienes realizan operaciones desde las apps oficiales: los tokens. Esta pieza clave va mucho más allá de una simple contraseña, según detallan expertos, y su conjunción con la IA promete grandes ventajas en una era marcada por la digitalización.
Token e IA: la dupla que refuerza la seguridad bancaria
El token constituye uno de los muros infranqueables de la tecnología bancaria a la hora de realizar distintos tipos de operaciones en línea, ya que funciona como una contraseña dinámica que se genera cada pocos segundos.
Hoy, gracias a la inteligencia artificial, este método se complementa con factores biométricos, como la huella digital. Si el sistema detecta que la presión o el tiempo de contacto no coincide en al menos un 80 %, la operación se bloquea de inmediato.
Además, los bancos pueden activar filtros adicionales. En caso de sospecha, envían un correo, un mensaje de texto o incluso una verificación por WhatsApp para confirmar la identidad. Esta autenticación multifactor se vuelve una pieza clave para evitar fraudes, especialmente cuando el robo de contraseñas sigue siendo una amenaza constante.
De los tokens físicos al poder del blockchain
En sus comienzos, los tokens eran dispositivos físicos similares a un llavero que generaban códigos temporales. En la actualidad, la mayoría de ellos son digitales y dependen del teléfono móvil. Sin embargo, el avance no se detiene: algunos ya integran blockchain para generar números aleatorios imposibles de descifrar.
Este salto tecnológico, junto con la IA, convierte al token en una herramienta esencial para proteger transferencias y compras en línea. A pesar de que sigan existiendo robos de celulares o datos, la evolución de estas tecnologías refuerza la seguridad bancaria y marca el futuro de las operaciones financieras.