El peso mexicano podría extender su racha de apreciación hacia el primer trimestre de 2026, apoyado en la expectativa de mayores inyecciones de liquidez por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos y ante un entorno de debilidad estructural del dólar, de acuerdo con analistas.

En una jornada de baja liquidez -por el horario reducido previo a la Nochebuena-, el tipo de cambio descendió hasta 17.8844 unidades por dólar, niveles no vistos desde julio de 2024.

El movimiento se dio en un contexto de debilitamiento generalizado del dólar, cuyo índice apenas logró un avance de 0.03%, pero en una jornada donde llegó a mínimos no vistos desde el 2 de octubre, explicó Gabriela Siller, economista en jefe de Banco Base.

De acuerdo con Siller, el desempeño del billete verde responde a una mayor inyección de liquidez por parte de la Reserva Federal, orientada a asegurar el adecuado funcionamiento de la política monetaria.

En el último mes, el banco central estadounidense agregó u$s 30,000 millones en liquidez como parte de un programa que contempla la compra de instrumentos del Tesoro por hasta u$s 40,000 millones mensuales.

Desde que estas operaciones se activaron el 10 de diciembre, y hasta la jornada del miércoles, el índice dólar acumula una contracción de 1.25%, de acuerdo con datos de Bloomberg.

“Debido a que se espera que continúen las inyecciones de liquidez que debilitan al dólar, el peso podría seguir apreciándose, con la posibilidad de alcanzar niveles de MXN $17.65 por dólar en el primer trimestre de 2026”, escribió Siller.

Por su parte, analistas de Banorte anticipan que el peso mexicano se mantendrá relativamente fuerte durante la primera mitad de 2026, respaldado por las altas tasas reales en México, que seguirían destacando frente a otros mercados emergentes.

“Estimamos un rango de USD/MXN de 17.70 a 17.80 en los próximos meses, con un cierre de 2026 en torno a 18.30 pesos por dólar”, señalaron en una nota.

El área de análisis de Actinver coincide en que el peso podría mantener su fortaleza relativa, aunque advierte que no se descartan episodios de volatilidad, particularmente asociados al proceso de revisión del T-MEC.