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México obtuvo buenas calificaciones en cuanto al ingreso de los hogares, pese a un entorno generalizado de desaceleración económica en América Latina y el Caribe.

En el informe “Panorama Social de América Latina y el Caribe 2025: Cómo salir de la trampa de alta desigualdad, baja movilidad social y débil cohesión social”, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), señaló que México fue uno de los tres países de la región donde más creció el ingreso familiar.

En el país, el ingreso de los hogares tuvo un incremento de 5.5% por encima de la inflación, impulsado principalmente por la política de salarios mínimos.

El organismo señala que el ingreso salarial en el país tuvo un incremento de 5.3% por encima de la inflación.

Desde 2018, el sector empresarial y el gobierno federal iniciaron con la implementación de una política de incremento acelerado al salario mínimo, mismo que ha permitido mejorar los ingresos familiares.

De acuerdo con datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), entre 2018 y 2024, el salario mínimo general presenta un incremento de 116.4%.

“El resultado implica que, de la disminución de 12.3 puntos porcentuales de la pobreza multidimensional en el periodo, 6.1 puntos se deben exclusivamente a los aumentos salariales”, detalla la dependencia federal.

La Cepal precisa en su informe que México ocupó el tercer lugar en la región con mayores incrementos a los ingresos de los hogares medidos contra la inflación, solo detrás de República Dominicana y Costa Rica.

La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo dijo que para el año entrante le gustaría que el salario mínimo aumente 12%; sin embargo, la decisión queda en manos de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami), organismo que deberá definir el aumento en las próximas semanas, pero se espera un incremento entre 10% y 12%.

Persiste la desigualdad en la región

El reporte de la Cepal señala que la desigualdad en los ingresos se mantiene en un nivel “extremo” en la región.

El 10% de la población más rica de América Latina y el Caribe capta 34.2% del ingreso total, mientras que 10% más pobre, solo alcanza 1.7%.

“Si bien muestra una lenta tendencia a la reducción, el coeficiente de Gini promedio de América Latina y el Caribe es el más alto de todas las regiones del mundo -solo inferior a una subregión de África (África Subsahariana)- y supera en 14 puntos porcentuales al de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)”, advierte la Cepal.

La desigualdad es impulsada por factores como la desigualdad educativa; empleos de baja calidad; baja equidad de género; altos niveles de discriminación; baja inclusión de personas con discapacidad, población indígena y personas migrantes, así como una debil institucionalidad social.

“América Latina y el Caribe tiene que redoblar sus esfuerzos para salir de esta trampa y cumplir con los compromisos acordados recientemente en la Segunda Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social. La Cepal seguirá apoyando a los países a través de su Conferencia Regional sobre Desarrollo Social de América Latina y el Caribe”, afirmó José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo del organismo regional, quien presentó el informe en conferencia de prensa.

En la región, 162 millones de personas estaban en situación de pobreza por ingresos en 2024, por lo que alcanzó a un cuarto de la población y se mantiene por encima de los niveles de 2020, cuando inició la pandemia de Covid-19.