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La presidenta Claudia Sheinbaum anunció oficialmente la fecha de inicio para la jornada laboral de 40 horas semanales en México, una de las reformas más esperadas en los últimos años.

La medida comenzará a aplicarse a partir de 2026 y modificará de forma gradual la Ley Federal del Trabajo (LFT), marcando un cambio histórico en las condiciones laborales del país.

Con esta transformación, el Gobierno busca mejorar el equilibrio entre la vida personal y profesional de los trabajadores, reducir el agotamiento laboral y aumentar la productividad nacional.

La transición será progresiva y se desarrollará en varias etapas, para permitir que empresas y empleados se adapten sin afectar la economía.

¿Cómo se implementará la jornada laboral de 40 horas en México?

De acuerdo con el plan presentado, la jornada semanal se reducirá de forma progresiva: en 2026 bajará a 46 horas, en 2027 a 44, en 2028 a 42, en 2029 a 41, y finalmente en 2030 quedará establecida en 40 horas semanales.

Este modelo gradual permitirá que tanto empresas como empleados se adapten sin afectar la estabilidad económica. El gobierno prevé mesas de diálogo con sindicatos, cámaras empresariales y la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) para definir los ajustes legales y operativos.

Sheinbaum destacó que la reforma se realizará “sin afectar la productividad ni los derechos laborales”, y que el proceso incluirá acompañamiento técnico y capacitación para pequeñas y medianas empresas.

Beneficios y retos de la nueva medida

Los especialistas en economía laboral señalan que una jornada más corta puede traducirse en mayor productividad, menor ausentismo y mejor calidad de vida. Diversos estudios internacionales muestran que trabajar menos horas mejora el enfoque, la salud mental y el bienestar general.

Sin embargo, el cambio también representa un reto. Las empresas deberán reorganizar horarios, modificar contratos y, en algunos casos, contratar personal adicional.

Los sectores con alta demanda de mano de obra —como manufactura, comercio y servicios— serán los más impactados.

El Gobierno federal adelantó que ofrecerá apoyos y guías técnicas para facilitar la adaptación, especialmente para las micro y pequeñas empresas que podrían enfrentar mayores costos laborales.