AT&T, uno de los gigantes mundiales de telecomunicaciones, evalúa vender sus operaciones en México tras más de una década de inversiones millonarias y desafíos frente a Telcel, el operador dominante de Carlos Slim.
Esta posible salida no solo afectaría la telefonía móvil, sino también la infraestructura que sostiene cajeros automáticos, redes bancarias y servicios digitales en varias regiones del país.
AT&T y el difícil intento de desafiar a Telcel en México
Desde 2014, AT&T invirtió más de 10 mil millones de dólares para consolidar su presencia en México. Compró Iusacell a Ricardo Salinas Pliego por 2,500 millones y las operaciones inalámbricas de NII Holdings por casi 1,900 millones. A pesar de estas adquisiciones, la empresa sigue sin desplazar a Telcel como líder del mercado móvil mexicano.
Los conflictos con América Móvil, tensiones regulatorias y un mercadoconcentrado hicieron que el retorno de inversión sea limitado, lo que explica que la compañía esté considerando una venta de su filial por más de2 mil millones de dólares.
La conexión con los cajeros automáticos y la infraestructura crítica
Más allá de la telefonía, AT&T proporciona infraestructura de redes utilizada por bancos, cajeros automáticos y sistemas de pago electrónico. La posible salida de la compañía podría afectar la operación de estos servicios si no se sustituyen sus redes de conectividad.
Los cajeros automáticos dependen de transmisiones seguras y confiables de datos, y la retirada de un operador como AT&T resalta la importancia de diversificar los proveedores de telecomunicaciones en México.
Otras multinacionales consideran México un mercado complejo
AT&T no es la única compañía extranjera que evalúa salir del país. Telefónica, otra multinacional, también busca vender sus operaciones mexicanas. Mientras tanto, AT&T redirigió sus esfuerzos a Estados Unidos, enfocándose en redes de fibra óptica y servicios de convergencia para el hogar.
Este movimiento refleja un cambio estratégico global, y subraya cómo el mercado mexicano, dominado por América Móvil, puede resultar difícil para empresas extranjeras, con implicaciones para la conectividad y los servicios financieros en todo el país.