Desde 2023, Brasil se convirtió en pionero en América del Sur al establecer un sistema de transporte público gratuito en más de 100 localidades. Esta iniciativa, conocida como "Tarifa Zero", sigue el ejemplo de países europeos como Francia, Luxemburgo y Polonia, donde moverse sin pagar ya es una realidad consolidada en varias ciudades.
El objetivo del modelo es claro: reducir desigualdades, promover la movilidad sostenible y facilitar el acceso a servicios urbanos. El transporte gratuito en Brasil ha mejorado la vida cotidiana de miles de personas, especialmente en sectores vulnerables donde el precio del pasaje representa una carga económica significativa.
¿Cómo funciona el programa "Tarifa Zero"?
El programa está vigente en ciudades grandes y pequeñas, donde los municipios asumen el costo del servicio. Aunque no todas las unidades son gratuitas, muchas localidades ya operan decenas de autobuses sin costo para los usuarios, priorizando rutas urbanas con alta demanda o comunidades de bajos ingresos.
Según un informe de la Asociación Nacional de Transporte Público (NTU), en las 18 ciudades principales con Tarifa Zero operan menos de 550 autobuses gratuitos. Otras ciudades, sin embargo, apenas cuentan con una docena de unidades. A pesar de eso, el impacto social ha sido ampliamente reconocido por la población.
Ciudades brasileñas donde ya no se paga el pasaje
Caucaia (Ceará): Más de 70 autobuses sin costo para 355,000 habitantes
São Caetano do Sul (São Paulo): Transporte gratuito para todas las edades, sin excepción
Maricá (Río de Janeiro): Buses rojos recorren 47 rutas sin costo
Otras ciudades están en Bahía, Goiás, Paraná, Río de Janeiro, Espírito Santo y más
En estas regiones, la gratuidad ha generado mejoras en la movilidad y mayor equidad urbana. No obstante, los desafíos financieros y operativos siguen siendo parte del debate entre autoridades y usuarios.
Europa y el avance global del transporte sin tarifa
El modelo brasileño se inspira en iniciativas exitosas de Europa. Luxemburgo eliminó el cobro del transporte a nivel nacional en 2020. Francia, Polonia, Estonia y Noruega también aplican el modelo en regiones específicas. Esta tendencia busca reducir la contaminación, mejorar la calidad de vida y reactivar la economía urbana.