Durante la temporada de Semana Santa, muchas familias mexicanas se reúnen para compartir platillos tradicionales que han pasado de generación en generación. Entre ellos destaca la capirotada, un postre emblemático en distintos estados del país.
Sin embargo, a pesar de su arraigo cultural y sabor nostálgico de festejos de Semana Santa en familia, recientemente este alimento fue duramente criticado a nivel internacional. El sitio especializado en gastronomía Taste Atlas, conocido por clasificar comidas globales, colocó a la capirotada entre los peores platillos del mundo.
La capirotada, el postre mexicano de Semana Santa, entre los peores del mundo
De acuerdo con Taste Atlas, la capirotada tiene una calificación de apenas 3.2 estrellas de 5 posibles. Es el cuarto peor plato evaluado a nivel mundial y el quinto peor a nivel nacional, en la lista "Los 39 peores platos de México".
Además, está en la lista de los peores platos de budines de pan.
¿Qué es la capirotada y por qué se consume en Semana Santa?
La capirotada es un postre de origen colonial que forma parte de las tradiciones culinarias de México, especialmente durante la Semana Santa. Su preparación varía dependiendo de la región, pero por lo general incluye ingredientes como pan bolillo duro, plátano, pasas, cacahuates, queso, clavo, canela y una miel espesa hecha con piloncillo.
Este postre tiene una fuerte carga simbólica dentro del catolicismo. Según la tradición, el pan representa el cuerpo de Cristo; el clavo, la crucifixión; la canela, los maderos de la cruz; y el piloncillo, la sangre derramada. Por eso, más allá del sabor, su presencia en la mesa durante la Semana Santa tiene un significado espiritual.
México defiende su tradición culinaria pese a las críticas
Aunque la calificación de Taste Atlas ha causado molestia entre algunos defensores de la gastronomía mexicana, muchos consideran que el valor de la capirotada va más allá del gusto global.
A lo largo de los años, este postre ha sido una muestra del mestizaje cultural y de la creatividad del pueblo mexicano para aprovechar los ingredientes disponibles.
Instituciones como la Secretaría de Cultura han promovido la cocina tradicional como Patrimonio Cultural Inmaterial, subrayando la relevancia de preservar recetas como la capirotada y similares. Expertos como la chef mexicana Lula Martín del Campo han defendido los platillos tradicionales de México, resaltando su importancia cultural.