En esta noticia
El objetivo principal de estas visitas es verificar que los contribuyentes cumplan con sus obligaciones fiscales. Durante la inspección, los funcionarios del SAT pueden revisar facturas, registros contables y otros documentos que respalden la actividad económica reportada.
Las visitas están reguladas por el Código Fiscal de la Federación, y forman parte de las facultades que el organismo tiene para combatir la evasión y garantizar la transparencia fiscal.
¿Qué derechos tienes si el SAT llega a tu domicilio?
Aunque el SAT puede realizar estas inspecciones sin aviso previo, los contribuyentes cuentan con una serie de derechos que deben ser respetados por los funcionarios que realizan la visita. Uno de los primeros pasos del proceso es que el visitador debe identificarse y mostrar la documentación oficial que respalda su presencia.
Además, debe entregarte un documento titulado "Carta de Derechos del Contribuyente Auditado", que explica en detalle tanto tus derechos como tus obligaciones durante la auditoría.
Obligaciones de los funcionarios del SAT durante una inspección
De acuerdo con dicha carta, los funcionarios del SAT tienen estrictas obligaciones durante el proceso de auditoría. Algunas de las más relevantes son:
Conducirse con respeto y sin emitir juicios sobre tu situación fiscal.
Respetar tu derecho a contar con asesoría legal durante el proceso.
Identificarse claramente con nombre, cargo y número de orden.
Entregar la orden original de visita y la Carta de Derechos al contribuyente.
Levantar un acta al inicio de la visita y documentar todos los hechos.
Solicitar que se designen dos testigos; si no se designan, los funcionarios pueden nombrarlos.
Registrar en actas si alguien se niega a firmar o recibir copias del procedimiento.
No sugerir formas de pago específicas si existen opciones legales.
No hacer amenazas ni insinuaciones sobre posibles delitos.
No informar irregularidades verbalmente, sino solo por escrito en las actas correspondientes.
¿Qué debes hacer si te visita el SAT?
Lo más importante es mantener la calma y colaborar conforme a la ley, asegurándote de leer con cuidado todos los documentos y, de ser posible, contar con apoyo legal. Estas inspecciones, aunque incómodas, están reguladas y no deben realizarse fuera de los términos establecidos por la autoridad fiscal.