En un histórico llamado a la unidad cristiana, el papa León XVI propuso establecer una fecha común para la celebración de la Pascua entre todas las Iglesias cristianas. El anuncio se dio este 7 de junio durante el Simposio Nicea y la Iglesia del Tercer Milenio, celebrado en el Vaticano. "Una celebración común de la resurrección del Señor daría mayor fuerza misionera a nuestra proclamación del Evangelio", afirmó el pontífice según Vatican News.
La propuesta del papa León XIV busca superar las divisiones generadas por los diferentes calendarios litúrgicos -gregoriano y juliano- que hacen que católicos y ortodoxos celebren la Pascua en fechas distintas.
Para el Papa, esta diferencia "divide a las familias y debilita nuestra credibilidad como testigos del Evangelio". En este sentido, recordó que ya en el año 325 el Concilio de Nicea había intentado fijar una fecha unificada, y ahora, a 1700 años, considera que es momento de retomar ese espíritu.
Nicea: la brújula para la unidad del cristianismo
Durante su discurso, el papa León XVI definió al Concilio de Nicea como "una brújula que debe seguir sirviéndonos de guía hacia la plena unidad visible de todos los cristianos". Subrayó que este concilio fue esencial porque "promulgó la norma de la fe cristiana", y resaltó que aún hoy, tanto católicos como ortodoxos comparten los dogmas fundamentales establecidos allí.
"La fe de Nicea representa una fuente común que nos permite mirar con nuevos ojos los puntos que todavía nos separan", afirmó el pontífice. En ese sentido, insistió en que la unidad no es un proyecto humano, sino un don del Espíritu Santo: "No será fruto de nuestros esfuerzos, sino ‘como Cristo quiere y por los medios que Él quiere'".
Sinodalidad y ecumenismo: el camino hacia una fe compartida
Otro de los temas centrales del simposio fue la sinodalidad, que el Papa presentó como una herramienta clave para el diálogo entre Iglesias. "Nicea inauguró un camino sinodal que debemos continuar para tratar cuestiones teológicas y canónicas a nivel universal", aseguró.
Citando el documento final del reciente Sínodo, recordó que "el diálogo ecuménico es fundamental para comprender la sinodalidad y la unidad de la Iglesia". Además, expresó su esperanza de que la conmemoración del Concilio impulse "formas de sinodalidad entre cristianos de todas las tradiciones".