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A través de un artículo publicado en Forensic Science International, un grupo de científicos de la Universidad Estatal de Carolina del Norte demostró de qué manera se comportan las manchas de sangre en las telas de algodón y de cómo pueden proporcionar información sobre el ángulo y la velocidad a la que se movía la sangre antes de mancharse, permitiendo a los expertos reconstruir con precisión la escena del crimen.

Las manchas de sangre permiten reconstruir la escena del crimen con una precisión inédita

Para llegar a su conclusión, los investigadores analizaron cinco superficies de tela:

  • Algodón tejido liso
  • Parte delantera de la sarga de algodón
  • Parte trasera de la sarga de algodón
  • Parte delantera del tejido de punto
  • Parte trasera del tejido de punto

Después, aplicaron sangre de cerdo en los materiales a 12 velocidades completamente diferentes. Así, las cámaras de velocidad capturaron los golpes de sangre y documentaron como viajaba a través de las telas después de hacer contacto.

Cuando analizaron las imágenes, los expertos identificaron patrones en las manchas de sangre que tenían correlación con la velocidad de la salpicadura de sangre.

Asimismo, notaron que cuanto más rápido viajaba la sangre cuando golpeaba la tela, más probable era que existieran pequeñas manchas alrededor, conocidas como gotas.

"Básicamente, cuanto más rápido viajaba la sangre cuando golpeaba la tela, más probable era que hubiera pequeñas manchas alrededor de una mancha central, y cuanto más rápido se moviera la sangre, más gotas satélites habría", explicó Tiegang Fang, autor principal del artículo.

Advierten que las manchas de sangre no actúan igual en todas las telas

Si bien los resultados son prometedores para los forenses, la realidad es que algunas telas ofrecen menos pistas sobre las manchas de sangre que otras.

"Las propiedades físicas del algodón de tejido liso hacen que sea mucho más fácil estimar la velocidad de las salpicaduras de sangre en comparación con las otras telas", agregó el autor.

Y concluyó: "Los resultados de este estudio son prometedores y estamos interesados en hacer un trabajo con una variedad más amplia de telas, tejidos e hilos. Está claro que las estructuras específicas de cada superficie juegan un papel fundamental en cómo se forman estas manchas de sangre y qué podemos aprender de ellas".