El sistema de pensiones en México enfrenta uno de sus mayores desafíos en décadas.
Con un panorama que proyecta el agotamiento natural de las pensiones tradicionales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) hacia el año 2067, el debate en torno a la sostenibilidad adquiere una importancia crítica.
En este contexto, Carlos Slim, el empresario más rico de México, presentó una propuesta radical que busca replantear completamente el modelo de apoyo social en el país.
Por qué el sistema de pensiones está en crisis en México
El sistema de pensiones en México opera bajo dos modalidades principales: las pensiones contributivas (IMSS e ISSSTE) y las no contributivas (como la Pensión del Bienestar). Sin embargo, ambos esquemas enfrentan desafíos estructurales que comprometen su viabilidad a largo plazo.
Las pensiones contributivas, basadas en el modelo de beneficio definido para quienes se pensionaron antes de 1997, están experimentando un proceso de extinción natural.
Esto significa que la última persona que podrá acceder a este régimen lo hará aproximadamente en 2067, ya que no existen nuevas incorporaciones desde hace más de 25 años. Mientras tanto, el costo de mantener estas pensiones continúa escalando, creando una presión financiera que alcanzará su punto máximo alrededor de 2040.
Por otro lado, las pensiones no contributivas, como la Pensión del Bienestar, aunque cumplen una función asistencial importante, fueron cuestionadas por su efectividad real en la reducción de la pobreza.
La propuesta de Carlos Slim: del asistencialismo hacia el empleo productivo
En lugar de mantener el modelo actual basado en transferencias económicas directas, Carlos Slim sugiere una transformación radical hacia esquemas que fomenten el empleo entre la población adulta mayor.
Su planteamiento implica una transformación estructural del gasto público, con énfasis en el fortalecimiento de las capacidades productivas de la población, en lugar de continuar con el actual esquema de pensiones asistenciales.
Desde su perspectiva, el programa de la Pensión del Bienestar no logró erradicar la pobreza extrema, objetivo para el cual fue concebido.
En respuesta, propone reemplazar estas transferencias por mecanismos que fomenten la inclusión laboral de las personas mayores, permitiéndoles mantenerse activas económicamente.
Esto, argumenta, no solo genera ingresos genuinos, sino que también promueve la autonomía y refuerza la dignidad del trabajo.
Contexto internacional y tendencias globales: el caso danés como referente
La propuesta de Carlos Slim encuentra resonancia en tendencias internacionales que reflejan los desafíos demográficos globales. Un ejemplo paradigmático es Dinamarca, donde se aprobó recientemente una ley que eleva la edad de jubilación a 70 años a partir de 2040, frente a los 67 años actuales.
El modelo danés, implementado a través de una reforma progresiva iniciada en 2006, establece un sistema que ajusta la edad de jubilación cada cinco años en función del aumento de la esperanza de vida.
Esta estrategia representa una respuesta sistemática hacia el envejecimiento poblacional, donde la edad legal de jubilación se vincula directamente con la esperanza de vida y se revisa periódicamente.