El crimen organizado en México está cruzando una línea peligrosa. Ciertos informen revelan que sicarios de los principales cárteles viajaron a Ucrania para infiltrarse en la guerra y aprender tácticas bélicas, incluyendo el uso de drones explosivos y armamento moderno. Con ese conocimiento, planean regresar a América Latina para consolidar ejércitos paralelos capaces de desafiar directamente el Estado de México.
La ausencia de una estrategia clara por parte del gobierno federal abre la puerta a un escenario inédito: la narcomilitarización del país.
Cárteles mexicanos en Ucrania: entrenamiento en drones y guerra de guerrillas
De acuerdo con reportes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), grupos criminales mexicanos y colombianos se hicieron pasar por voluntarios en la Legión Internacional de Ucrania para recibir capacitación militar. El entrenamiento incluye técnicas de combate urbano, tácticas de guerrilla y uso de drones FPV, que demostraron ser armas de bajo costo, pero alta efectividad en la guerra.
Medios internacionales como Defense News confirmaron que también excombatientes de las FARC ingresaron en el conflicto con documentos falsos, lo que revela la magnitud de esta red de entrenamiento clandestino.
México ya enfrenta drones en manos del narcotráfico
El entrenamiento en Europa ya tiene consecuencias en territorio mexicano. En abril de 2025, un dron FPV utilizado en un enfrentamiento entre el Cártel Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Sinaloa fue recuperado intacto en Nayarit.
Estos dispositivos, que pueden costar apenas 400 dólares, permiten ataques precisos y letales. La capacidad tecnológica del narcotráfico crece más rápido que la respuesta del Estado de México, y especialistas advierten que este desequilibrio puede derivar en una escalada de violencia nunca antes vista.
El crimen organizado del futuro: de narcos a ejércitos tecnológicos
Como ya se mencionó, la infiltración en conflictos internacionales y el acceso a armamento moderno convierten a los cárteles en actores con capacidades casi militares. Con drones, tácticas avanzadas y entrenamiento extranjero, estos grupos podrían consolidar fuerzas paralelas capaces de desafiar el poder.
El México del mañana no solo enfrenta violencia tradicional, sino un crimen organizado sofisticado y tecnificado, que combina poder territorial con herramientas bélicas de última generación.