La CFE confirmó que la expansión de proyectos geotérmicos será una pieza central de su estrategia 2025, lo que marca un giro definitivo hacia tecnologías firmes y limpias. La empresa estatal de energía anticipa que esta transición permitirá mayor estabilidad en la generación y menor vulnerabilidad ante variaciones de costos energéticos.
“La energía limpia es una oportunidad para transformar nuestro consumo eléctrico sin afectar al ambiente”, afirman especialistas de la CFE al destacar el papel de la geotermia en México. Esta tecnología firme promete estabilidad energética y costos más predecibles para los usuarios.
“El Campo Geotérmico Los Azufres ya beneficia a 1.1 millones de habitantes y su producción equivale a 1.7 veces el consumo de Morelia”, señala la CFE. Con esta expansión, la empresa busca fortalecer la transición energética sin incrementar las tarifas finales.
La CFE prevé que la estabilidad de la geotermia reduzca la dependencia de fuentes variables y costos volátiles, lo que permitiría mantener tarifas más estables y predecibles para los usuarios domésticos.
El impacto de la energía blanca en la boleta de la luz
Al fortalecer la generación firme dentro del Sistema Eléctrico Nacional, la energía limpia de Los Azufres ayuda a contener incrementos abruptos y garantiza un suministro continuo, impactando positivamente la boleta sin elevar cargos.
Energía geotérmica: el motor silencioso de la transición
La CFE opera cuatro campos geotérmicos que colocan a México como el séptimo productor mundial, con Los Azufres como pieza clave. Su capacidad efectiva de 242.36 MW generó en 2024 casi el 40% de la energía geotermoeléctrica del país, impulsando la autosuficiencia energética nacional.
A diferencia de la energía solar o eólica, la geotermia genera electricidad de manera constante, sin depender del clima. Esto permite reforzar el Sistema Eléctrico Nacional, reducir variaciones de costos y dar mayor estabilidad a las tarifas eléctricas domiciliarias.
Impacto ambiental y social de Los Azufres
El desarrollo geotérmico convive con el entorno y suma acciones de reforestación y colaboración comunitaria, fortaleciendo la sostenibilidad del proyecto. La CFE impulsa campañas ambientales que protegen bosques michoacanos y permiten operar con bajo impacto ecológico.
El proceso geotermoeléctrico garantiza un ciclo sustentable: el vapor impulsa turbinas y el agua resultante se reinyecta en los yacimientos. Esto preserva el recurso por décadas y asegura que la energía limpia siga llegando a hogares sin presionar al ambiente.