Por estos días, la escalada del dólar paralelo no sólo fue un tema de preocupación en la Casa Rosada. En otro punto de la región, más precisamente en el Palacio de Miraflores, en Venezuela, el presidente interino Nicolás Maduro confirmaba que su gobierno pondría en práctica un nuevo esquema de entrega de dólares para agilizar los suministros de divisas a los sectores prioritarios del país.
Se llama Sistema Complementario de Administración de Divisas (Sicad) y se basa en subastas de divisas convocadas por el Banco Central de Venezuela (BCV) en la que sólo podrán participar empresas inscriptas -no personas naturales- en el Registro de Usuarios del Sistema de Administración de Divisas (Rusad). Las compañías ofertarán el precio que están dispuestas a pagar por los dólares, y Órgano Superior de Optimización de Divisas, adjudicará las solicitudes, luego de determinar el valor del tipo de cambio.
Sin embargo, Maduro agregó que los venezolanos que necesiten acceder a las divisas en condiciones también especiales podrán acudir al mecanismo a través de los bancos públicos y privados, y el sistema comenzará a operar a partir del próximo lunes, agregó.
En el país bolivariano está vigente un control de cambio desde febrero de 2003. El proceso de entrega de divisas oficiales está en manos de Cadivi.
Pero en los últimos cuatro meses se ha presentado una merma en la entrega de divisas oficiales que las bancas de inversión y analistas atribuyen a la caída en los ingresos en dólares del Gobierno, así como al retardo en la definición de las nuevas políticas cambiarias.
La situación originó fuertes presiones en el "mercado negro" y el alza del tipo de cambio en ese mercado. Tarde o temprano, el gobierno debía enfrentar la problemática.
Ahora, pese a que el nuevo esquema fue anunciado con bombos y platillos, hasta el momento hay más dudas que certezas sobre su funcinamiento. Al respecto, Aaron Freedman, VP-Sr Credit Officer de la calificadora internacional Moody's, analiza la situación para Cronista.com: “No se sabe si la subasta tendrá un techo o un piso para las transacciones, el monto que dejará disponible el gobierno ni quienes podrán participar del sistema. Lo único que es claro hasta el momento es que los participantes no van a recibir divisas, sino una carta de credito para que puedan importar productos.”
Sobre el efecto que la desiposicoón puede tener en la economía venezolana, Freedman vaticina: “La medida será un reto importante para el país, no es algo nuevo. El gobierno lo hace para contener la fuga de divisas. Cada año, salen u$s 15 billones del país y es por este motivo que Venezuela tiene escases de divisas y de bienes básicos”.
El otro gran interrogante es el alto índice inflacionario. ¿Servirá esta nueva medida para contener la escalada en los precios? Para Freedman es incierto: “Hay dos tendencias opuestas. La primera es que a través de la devaluacion que realizó el gobierno tiempo atrás, el precio de las impotaciones suba y presione al tipo de inflacion. Pero al mismo tiempo los ingresos que gana el gobierno a través de la venta de petróleo valerán más en el bolivares y por eso el deficit fiscal bajará. La tasa inflacionaria del año pasado fue menor a comparación de otros años. Sin embargo, se mantuvo en el 20%. Para este año, pese a las medidas, podría llegar al 30%.”
Promesas electorales
Por lo pronto, este esquema llega a menos de un mes de las nuevas elecciones presidenciales. El anuncio de Maduro da cuenta de que por primera vez en 14 años, el gobierno chavista reconoció la existencia de un mercado paralelo y la necesidad de combatirlo: “Queremos resultados, no les tenemos miedo a las mafias y queremos ver presos a los que especulan con el dólar”, subrayó el presidente interino ayer en plena campaña electoral.
Por su parte, para el candidato oposito Henrique Capriles, la medida es otra devaluación: "Los precios van a ser todavía más caros y lo que no se consigue va a ser más difícil conseguirlo".
"¿Ustedes creen que los importadores van a comprar los dólares a 6,30 bolívares?" cuestionó el candidato, quien xhortó a los chavistas a abrir los ojos. "Esto es un nuevo paquetazo para los pobres".