El ministro de Trabajo de Brasil, Carlos Lupi, ayudó a aliados políticos a formar sindicatos falsos de trabajadores que les podrían haber facilitado fondos del Gobierno y dado más poder a sus aliados, reportó hoy un diario local.
Según Folha de Sao Paulo, Lupi aprobó la creación de siete sindicatos en el estado de Amapa, en el 2009, que fueron solicitados por un compañero miembro del Partido Democrático Laborista.
Los llamados sindicatos fantasmas se crearon para representar a trabajadores en industrias que no operan en el estado situado en el norte de Brasil, agregó Folha. Lo complicado en este asunto es que en Brasil los sindicatos tienen acceso a un llamado impuesto sindical -una subvención del Gobierno para defender el derecho de los trabajadores a asociarse.
Según el diario, la creación de más organizaciones de trabajadores podría ayudar a los aliados políticos de Lupi a ganar influencia y el control de la Federación de Industriales del estado de Amapa, que también tiene acceso a fondos gubernamentales para programas de capacitación de empleados.
El ministerio negó a Folha las acusaciones y dijo que las aprobaciones siguieron procedimientos legales.
Lupi es el último ministro en quedar bajo la atención mediática por presuntas irregularidades, lo que empeora el dolor de cabeza político para la presidenta Dilma Rousseff y ha distraído la atención del Gobierno de proyectos de leyes de reformas económicas que deben discutirse en el Congreso.
El funcionario dijo la semana pasada que tenía la confianza de Rousseff y que “moriría antes de tirar la toalla”.
Varios de los escándalos han seguido un patrón similar, negación inicial de los ministros seguida por nuevas acusaciones en los medios y eventual retiro del apoyo de Rousseff.