La Boda Real en Inglaterra no sólo significa el evento social más importante del año, sino el económico también. El gobierno inglés espera poder despavilar la adormecida economía con la llegada del turismo y la venta de souvenirs.
Pese a esto, la boda no es la “auténtica buena noticia” que indicó el primer ministro británico, David Cameron.
La historia muestra que los feriados públicos excepcionales tienen un impacto duradero negativo en el PBI.
La última vez que los británicos tuvieron un día festivo adicional fue para las bodas de oro de la reina Isabel en junio del 2002.
En este sentido, la Confederación de la Industria Británica reconoce que un feriado público adicional suele costarle a la economía cerca de 6.000 millones de libras esterlinas (u$s 10.000 millones) en producción perdida.
Ese mes, la producción industrial cayó más de un 4% y los servicios más de un 2%. Ambos sectores no se recuperaron por algún tiempo, según datos oficiales.
Otro dato es que en 1981, cuando el príncipe Carlos se casó con Diana, la economía se contrajo en un 1,2% pese al turismo que atrajo la boda.
Los economistas estiman que las reales nupcias significarán un cuarto de punto porcentual menos en el crecimiento del PBI del segundo trimestre, algo negativo para la economía, que se ha mantenido estancada desde septiembre.
La confianza de los consumidores británicos se desplomó a niveles vistos por última vez en la recesión y la encuestadora GfK NOP dijo a Reuters que la boda real no revertiría el desánimo.
“Podría resultar un factor de alegría, pero es improbable que haga que la gente se sienta más confiada sobre sus finanzas”, dijo Nick Moon, director gerente del grupo encuestador.
Paradójicamente, el costo de realizar la ceremonia será positivo para el PBI, ya que los Middleton y la familia real pagarán el servicio, recepción y luna de miel.
Con una gran operación de seguridad sumándose a los desembolsos de la alta costura, flores y entretenimiento, el precio general para las familias y contribuyentes podría bordear los 20 millones de libras esterlinas. Sin embargo, la cifra es mucho menor a las pérdidas generadas por un día trabajado menos.