Uruguay se encamina a las elecciones más disputadas en mucho tiempo. Luego de 15 años de hegemonía frenteamplista, el partido gobernante no tiene entre sus principales postulantes a un líder reconocido e indiscutido. En cambio, los tradicionales partidos Blanco y Colorado postulan a algunas figuras de renombre y de familias con tradición política.
La salida de escena de Tabaré Vazquez y José Mujica, junto a los problemas que tuvo el ex vicepresidente Raúl Sendic, abrió el juego a candidatos de menor peso.
El más reconocido y favorito es Daniel Martínez, quien fuera intendente de Montevideo hasta abril pasado. Tiene el respaldo de la mayoría de los sectores y encabeza las encuestas por una amplia diferencia. Es ingeniero industrial, fue ministro de Industria, Energía y Minería y presidente de la petrolera estatal, Ancap.
Más atrás compiten la ex ministra de Industria Carolina Cosse, el sinidcalista Óscar Andrade y el ex presidente del Banco Central Mario Bergara.
En el banco del Partido Nacional, en tanto, vuelve a la carga uno de los miembros de la familia política con más tradición del Uruguay. Luis Lacalle Pou es hijo y bisnieto de presidentes y es favorito a quedarse con la candidatura.
Las encuestas dicen que Lacalle Pou o Martínez son quienes tienen más chances de disputar la presidencia en octubre.
La sorpresa, de todos modos, la puede dar Juan Sartori, un empresario millonario que llegó a la política a fines de 2018 de manera sorpresiva y se ganó un lugar en la política.
Jorge Larrañaga es el tercer candidato en juego de los blancos para el domingo.
En el histórico Partido Colorado, en tanto, se prevé una pelea mucho más pareja.
Julio María Sanguinetti, quién fue dos veces presidente vuelve y quiere disputar a sus 83 años el liderazgo de su partidopara intentar recuperarlo. Frente a él estarán Ernesto Talvi, un economista que puede dar la sorpresa y José Amorín Batlle, otro miembro de familia de tradición política.
También habrá internas en el Partido de la Gente, donde el empresario Edgardo Novick y Fernando Carotta darán una disputa marginal en la discusión por la presidencia.