El papa Francisco arribó esta mañana al aeropuerto del estado brasileño de San Pablo y abordó allí un helicóptero que lo trasladó al santuario de Nuestra Señora de la Concepción de Aparecida, donde comenzaba a celebrar una masiva misa.

El pontífice llegó al aeropuerto de San José de Campos, a unos 70 kilómetros de Aparecida, proveniente de Río de Janeiro, donde decenas de personas se agolparon para saludar su llegada, y allí subió a un helicóptero militar rumbo al santuario mariano, el más visitado por los devotos brasileños.

El papa Francisco está en Brasil desde el lunes para encabezar a lo largo de la semana la Jornada Mundial de la Juventud, que concluye el domingo próximo.

Francisco ya estuvo en el santuario de esta virgen negra y patrona de Brasil para la V Conferencia Episcopal Latinoamericana y del Caribe (Celam) en 2007.

En ese entonces aún arzobispo de Buenos Aires, el cardenal argentino Jorge Bergoglio presidió la comisión que redactó el documento final, de fuerte contenido social y político que enfatiza "la opción por los pobres" en esta región donde viven más del 40% de los católicos del mundo.

Francisco encabezará una liturgia para 15.000 personas dentro de la Basílica y para unas 200.000 en los exteriores del santuario. Recorrerá además varios kilómetros en papamóvil descubierto por la ciudad, engalanada para recibirlo.

De 76 años, Francisco ya dio muestras de su estilo al viajar a Brasil: desechó un papamóvil blindado para recorrer Rio de Janeiro y saludó a la presidenta Dilma Rousseff con besos en la mejilla.

Aparecida ya fue visitada por el papa Juan Pablo II (1980) y Benedicto XVI (2007).

Unos 5.000 militares y policías están a cargo de la seguridad.

El domingo fue hallada una pequeña bomba de fabricación casera en uno de los baños del santuario, que fue detonada, informó el ejército.