La crisis de los rehenes que estalló el pasado miércoles en las instalaciones de gas argelinas de In Amenas, en el sureste del país, la primera de su género desde la sangrienta década de los 90, finalizó hoy de manera dramática con la muerte de los últimos siete rehenes extranjeros.

Fuentes de los servicios de seguridad afirmaron que el último asalto se produjo ante la certeza de que los asaltantes habían decidido suicidarse en grupo tras perder toda esperanza de escapar con los rehenes y de comprobar que habían comenzado a asesinar a sangre fría a los secuestrados.

La agencia oficial argelina y la televisión estatal confirmaron que las fuerzas especiales del Ejército lanzaron esta mañana la última operación contra los once terrorista que todavía resistían en una zona de las instalaciones, fuertemente armados y con explosivos adosados al cuerpo, según habían asegurado los propios asaltantes.

Sin embargo, según las fuentes de seguridad, cuando las fuerzas especiales intervinieron y mataron a los terroristas de la denominada "Los que firman con sangre", los siete rehenes, cuyas nacionalidades aún se desconocen, ya estaban muertos.

Antes de la confirmación del dramático final, medios locales informaron de que durante la noche habían sido liberados siete rehenes de nacionalidad japonesa, irlandesa e india y que se habían descubierto los cadáveres calcinados de otras quince personas, al parecer tanto de captores como de cautivos.

Sin embargo, todavía no se ha publicado un balance global de víctimas ni de heridos, ni se conoce con precisión cuántas personas fueron secuestradas. Según las cifras oficiales parciales conocidas hasta ahora, 573 argelinos y un centenar de extranjeros fueron liberados, mientras que 19 rehenes argelinos y extranjeros murieron, así como 29 terroristas.

La compañía estatal Sonatrach, que opera la planta de gas junto a la británica BP y la noruega Statoil, aseguró en un comunicado que los agresores habían colocado minas en varios puntos de este vasto complejo, aislado en mitad del desierto y situado a 40 kilómetros de In Amenas y a un centenar de la frontera libia.