A fines de octubre, Google Cloud realizó por primera vez en Argentina su Executive Summit, un evento que hasta ahora solo se desarrollaba en Brasil y México dentro de la región.
Es que la compañía ve a la Argentina como un mercado con alto potencial de innovación y una madurez digital creciente, aunque con algunos desafíos particulares en la adopción empresarial de inteligencia artificial (IA).
“Según datos de encuestas, el 70% de las personas en Latinoamérica piensa que la IA las va a ayudar”, señala Eduardo López, presidente de Google Cloud para América Latina. Y agrega: “Hay un sentimiento de innovación constante. Cuando surgen nuevas tecnologías, los latinos somos muy rápidos en adoptarlas en el día a día”.
López plantea una pregunta que clave hoy: “¿Cuál es la nueva interfaz de comunicación de las personas con la tecnología?”. Su respuesta es categórica: “El prompt”. Y explica que esto tiene implicaciones profundas que van más allá de lo técnico. “El prompt te desafía a cómo hacer las preguntas. De eso depende lo que la inteligencia artificial te devuelve”.
La paradoja de la adopción
Un estudio realizado por Google junto a IDC en Argentina revela una brecha significativa entre el uso individual y organizacional de IA. “El 57% de los profesionales ya utilizan AI para temas personales, asistentes personales de AI para sus tareas de todos los días”, comparte Natalia Scaliter, gerente general de Google Cloud Argentina.
Sin embargo, la adopción organizacional va más lenta. “En lo que tenemos que trabajar mucho más fuerte es empezar a que sea una estrategia integral para la adaptación”, advierte Scaliter, quien añade: “Se pasa de un uso cotidiano que contribuye a la productividad pura y específica del empleado, a un uso ya incorporado en los procesos. Cuando se incorpora la IA en los procesos, ahí es donde se obtiene el retorno de la inversión”.
López describe la evolución que observó: “Al principio, las empresas hacían muchas pruebas de concepto. Estaban testeando la tecnología. Después de cierto periodo, eso llevó a nada. Y lo que comenzamos a hacer fue impulsar y encontrar el caso de uso de cada empresa, para justificar las inversiones”.
El cambio de paradigma es fundamental. “El tema de inteligencia artificial no es un tema de tecnología, es de la empresa toda. Tenés que tener participación del área de negocios y del área tecnológica”, sentencia López.
De la teoría a la práctica
Los casos concretos en Argentina ilustran el salto cualitativo. Mercado Libre implementó IA generativa para que los vendedores mejoren las imágenes de sus productos. “Lo hicieron en menos de 2 semanas la implementación”, cuenta Scaliter. “Aumentó la productividad 5x, duplicaron la cantidad de imágenes que tienen en el sitio, y eso mejoró mucho más la tasa de conversión de las ventas”.
Otros ejemplos incluyen a Naranja X usando Gemini junto a Workspace, Medifé desarrollando soluciones de telemedicina, y múltiples empresas implementando agentes de IA para acceso a datos.
Hacia la madurez digital
Scaliter observa una transformación significativa en el mercado local: “La evolución de la adopción de nube ha crecido un montón en estos años. Los clientes se están animando mucho más a mover sus cargas a las nubes, cargas críticas, no solo ambiente de desarrollo y testing, sino aplicaciones de misión crítica que están corriendo sobre Google Cloud”.
Sin embargo, persisten desafíos. “En Argentina, todas las empresas están interesadas en avanzar con IA, no queda fuera de la agenda de nadie”, señala la ejecutiva, quien advierte: “Pero, en algunos casos, según la madurez digital de cada compañía, hay que hacer tareas de transformación digital o de orden y gobierno de los datos para que la inteligencia artificial realmente cumpla con su objetivo”.
López ve en Latinoamérica características únicas: “Latinoamérica se caracteriza por estar bastante adelantada, más confiada en los niveles de tecnología nuevas”.
Para ambos ejecutivos, el desafío ya no es tecnológico, sino cultural y organizacional. La tecnología está disponible y los casos de uso están probados. El verdadero salto cualitativo llegará cuando las empresas transformen la adopción individual de IA en estrategias organizacionales integrales, con gobierno de datos, políticas claras y una visión que abarque toda la organización.
