Referente del vino argentino, con más de veinte años de trayectoria, Victoria Mingo Jozami ocupa un lugar clave en la construcción de marcas, la formación de profesionales y el posicionamiento global de la bebida nacional.
Pasó por compañías líderes como Bodegas Salentein, Pernod Ricard, Hess Family of Wines y Grupo Peñaflor, y actualmente trabaja como consultora internacional. Formada en ciencias políticas y con raíces españolas y libanesas, encontró en el vino una plataforma para conectar culturas.
- ¿Cómo fue su primer contacto con el mundo del vino?
- Fue inesperado pero profundamente transformador. Gracias a mi amiga íntima, Dolores Lavaque, ingresé al sector de exportaciones de la bodega de su familia. Desde entonces, descubrí un universo que combinaba cultura, territorio y relaciones internacionales, muy cercano a mi vocación original por la diplomacia.
- ¿Y cómo ves al vino argentino en la escena global?
- Argentina ha ganado un lugar significativo en el universo vitivinícola, pero la competencia en mercados internacionales es muy fuerte. Para mantener y ampliar nuestra posición, no alcanza con la calidad del producto: debemos ofrecer un servicio impecable y cuidar cada detalle de la relación con el cliente.
Formación, docencia y experiencia internacional
Con raíces españolas y libanesas, el vino y la gastronomía son parte esencial en su vida. Politóloga de formación, encontró en el vino la plataforma para conectar culturas. Victoria cuenta con el Diploma WSET de Londres y experiencia como docente en Ott College e Instituto CAVE, donde enseñó técnicas de degustación y estrategias de marketing de vino.
"Mi experiencia comercial internacional me permitió aportar un valor diferencial gracias al conocimiento de vinos del mundo, algo especialmente relevante en Argentina donde hay limitada disponibilidad de etiquetas importadas."
Victoria, comprometida con la excelencia, combina sensibilidad cultural, visión estratégica y pasión por la hospitalidad. Habla con fluidez inglés, portugués y francés y considera que el conocimiento es la herramienta esencial para elevar los estándares del mundo del vino.
-¿Cuáles fueron los hitos que marcaron su trayectoria profesional?
-Tengo varios, pero hay algunos que realmente atesoro. El primero fue mi participación en la feria internacional LTWF, que significó mi entrada al escenario global del vino. Luego, la experiencia en el mercado brasilero durante mi paso por Bodegas Salentein me permitió comprender una dinámica comercial distinta, y me motivó a estudiar un tercer idioma para conectar mejor los consumidores locales.
También destaco el haber comercializado vinos argentinos junto a etiquetas de Estados Unidos, Australia y Sudáfrica dentro del portfolio de Hess Family of Wines, lo que me dio una perspectiva comparativa muy enriquecedora. Y finalmente, mis once años en Grupo Peñaflor: allí no solo asumí el desafío de comercializar Trapiche junto a uno de los tres principales grupos de bebidas de EE.UU., sino que tuve la oportunidad de recrear y liderar las áreas de hospitalidad y turismo de El Esteco, de Trapiche y de Costa & Pampa.
-¿Cómo traslada esa experiencia a su trabajo como consultora?
-Desde una mirada integral. Combino la estrategia comercial con una sensibilidad educativa y una capacidad para diseñar experiencias memorables. Trabajo con mercados y con consumidores finales, siempre adaptando el lenguaje y la narrativa según el público. En el mundo del vino, como en la diplomacia, cada palabra y cada gesto construyen reputación.
-¿Qué le falta al vino argentino?
- El vino argentino es uno de los mejores de todo el mundo. Somos líderes, pero actualmente el vino en general atraviesa un momento peculiar ya que la tendencia del consumo mundial está a la baja. Hay una brecha generacional en la demanda de los estilos de vino. Crece el interés por vinos más frescos y ligeros.
En Estados Unidos el mercado más grande del mundo, donde argentina participa solo con el 0,22% de los vinos importados, condice con la demanda creciente de vinos europeos que representan el 80%. Será clave observar cómo evolucionan los aranceles impuestos por la administración de Trump y si, una vez ajustadas las reglas de juego, logramos aumentar las exportaciones y nuestro posicionamiento en el mercado.
Referente y embajadora
Con más de dos décadas de trayectoria internacional en la industria del vino, Victoria se ha consolidado como una referente en la construcción de marcas, la educación especializada y la promoción de Argentina en el mundo.
Desde su rol formador hasta su paso por grandes grupos vitivinícolas, Victoria apuesta por una industria más estratégica, profesional y conectada con las nuevas generaciones de consumidores.
Con raíces españolas y libanesas, encontró en el vino la plataforma para conectar culturas. Ha ocupado roles clave en compañías líderes como Bodegas Salentein, Pernod Ricard, Hess Family of Wines y Grupo Peñaflor, representando al vino argentino en los cinco continentes y consolidando su presencia en mercados estratégicos.
A lo largo de su carrera, también ha formado y educado a varias generaciones de profesionales de la industria, dejando una huella profunda en el desarrollo del capital humano vitivinícola.
Comprometida con la excelencia, Victoria combina sensibilidad cultural, visión estratégica y pasión por la hospitalidad. Habla con fluidez inglés, portugués y francés y considera que el conocimiento es la herramienta esencial para elevar los estándares del mundo del vino.