Cuando se habla de momias es común pensar en Egipto, con Tutankamón o Ramsés como las más famosas. Sin embargo, hay una cultura que podría tener los ejemplares más antiguos de la historia de la humanidad, con alrededor de 20.000 años de antigüedad.
Se trata de un hallazgo en el sudeste asiático, en donde solían enterrar a sus muertos en posición agachada o en cuclillas. A su vez, llevaban a cabo una práctica de secado con fuego, según explicaron en la revista PNAS (Actas de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos de América, en español).
El descubrimiento de las momias de hace 20.000 años
Los investigadores detectaron momias enterradas en Nueva Guinea que pertenecían a una población de cazadores y recolectores que practicaban entierros en determinadas posiciones entre 20.000 y 4000 años antes.
Esto quiere decir que pueden superar en vejez a momias halladas en Egipto del siglo IV a.c. o del sur de China, las cuales se remontan hace 10.000 años.
En esta ocasión, el equipo investigó 54 sepulturas de 11 lugares arqueológicos del sudeste asiático. "Los hallazgos confirman que muchos de estos entierros preneolíticos, en cuclillas o flexionados, llevaban un largo tratamiento previo de secado al humo, sobre fuego", explicaron en el trabajo.
La investigación arrojó que este método se parecía etnográficamente al de "algunas sociedades australianas y de las tierras altas de Nueva Guinea". Por tal motivo, concluyeron en que las muestras analizadas "representan las instancias más antiguas que se conozcan de momificación artificial".
La rareza de las momias de Nueva Guinea
Los arqueólogos habían clasificado estos entierros del sudeste asiático como "primarios" (tumbas donde se deposita el cuerpo completo en una sola ceremonia). Sin embargo, la investigadora Hsiao-chun Hung y su equipo explicó en su artículo en The Conversation las irregularidades encontradas.
Algunos cuerpos presentaban posiciones anatómicas improbables y huesos con quemaduras localizadas en zonas con poca carne, lo que sugería un tratamiento postmortem distinto.
Hung recordó que, en tono de curiosidad, comparó estos entierros con las momias ahumadas del pueblo Anga de Papúa Nueva Guinea, una cultura que aún practica la momificación mediante humo. Esta observación llevó al equipo a investigar más a fondo.
Aunque los restos no mostraban quemaduras visibles, los análisis de laboratorio revelaron alteraciones microscópicas en los huesos causadas por exposición prolongada a fuego bajo. Esto confirmó que los cuerpos habían sido ahumados como método de conservación, una práctica sorprendentemente similar a la de algunas culturas actuales.
Una práctica que sigue después de 10.000 años
A partir de los resultados sobre las momias, los expertos explican que se creó un conjunto de "creencias culturales y prácticas mortuorias que persistió durante más de 10.000 años en comunidades de cazadores y recolectores".
La similitud se sostiene en las características craneofaciales y afinidades genómicas con las poblaciones nativas de Australia y las tierras altas de Nueva Guinea. Este punto sugiere que la tradición funeraria se expandió por esas regiones y duró hasta estos tiempos.