La Municipalidad de Tigre procedió hoy a clausurar la sede de Edenor en esa localidad, una medida insólita que pone en riesgo el servicio eléctrico.
La medida se tomó usando excusas de habilitación y sin pre aviso.
La clausura no es una medida aislada y se enmarca en la disputa que existe entre la empresa y el intendente Julio Zamora, luego de que la distribuidora le pidiera al jefe comunal que cobre por su cuenta las tasas municipales que aparecen en la boleta de la luz, para que no vayan por las facturas de Edenor.
Las tasas que Edenor cobra por cuenta del Municipio incrementan el total de la factura, lo que se agrava porque el cliente no entiende que es un tema municipal, sino que ve el monto final total de la factura que, sumado a los aumentos que ha producido el Gobierno, la abultan todavía más.
Pese a que el diferendo se está discutiendo en un ámbito donde cada uno puede exponer sus argumentos, el Municipio de Tigre subió la apuesta y, en una manifiesta presión política, clausuró el edificio.
Edenor no tiene por qué ser recaudador del Municipio: el Municipio debe cobrar sus tasas.