Un grupo de investigadores de la Universidad Sungkyunkwan de Seúl, Corea del Sur, desarrolló un dispositivo revolucionario que promete cambiar la cirugía ortopédica con una "pistola 3D" que puede imprimir un hueso directamente sobre fracturas durante una operación.
El sistema funciona con tecnología de impresión tridimensional in situ, lo que significa que el injerto óseo se genera en tiempo real dentro del quirófano, sin necesidad de implantes prefabricados ni largos procesos de laboratorio.
¿Cómo funciona la pistola 3D que crea huesos?
El dispositivo utiliza un filamento de hidroxiapatita, que es un mineral presente de manera natural en el hueso, y policaprolactona, un termoplástico biocompatible.
La mezcla se deposita directamente sobre la fractura, puede adaptarse a la forma irregular y favoreciendo una integración anatómica precisa. Además, la hidroxiapatita estimula la regeneración y cicatrización.
La policaprolactona se degrada de forma gradual y sirve como andamio hasta que el hueso natural se regenera. El filamento incluye antibióticos como vancomicina y gentamicina, que se liberan lentamente para prevenir infecciones postoperatorias.
¿Cuáles fueron los resultados en pruebas con animales?
El avance fue probado en conejos con fracturas femorales severas. Tras 12 semanas, los investigadores observaron que
- Mayor proporción de superficie de hueso nuevo.
- Incremento en el grosor cortical.
- Mejores parámetros de resistencia estructural.
- Ausencia de infecciones y lesiones en tejidos cercanos.
¿Cuáles son los beneficios de la impresión 3D en cirugía?
Entre las ventajas más destacadas de esta tecnología se encuentran:
- Eliminación de implantes prefabricados.
- Reducción de los tiempos quirúrgicos.
- Injertos adaptados en tiempo real a cada paciente.
- Menor riesgo de infecciones gracias a la liberación localizada de antibióticos.
- Posibilidad de ajustar la dureza y resistencia según la zona del cuerpo.
¿Qué hace falta para aplicarla en humanos?
Aunque los resultados son prometedores, los científicos advierten que aún se necesitan más estudios, tales como:
- Validación en animales de mayor tamaño.
- Producción estandarizada para uso clínico.
- Evaluación de la seguridad a largo plazo de los materiales.
- Aprobaciones regulatorias internacionales.
El objetivo final es disponer de una herramienta que permita reparar defectos óseos de una manera personalizada, reduciendo complicaciones y acelerando la recuperación.