La investigación que lleva adelante la policía de Río de Janeiro para desbaratar la red de reventa de entradas que lideraba al argelino Mohamadou Lamine Fofana otorga cada día un nuevo capítulo.

Ayer, habían quedado involucrados el astro brasileño Ronaldinho y el papá de Neymar Junior. Hoy, nada menos que el presidente de la AFA, Julio Grondona, y uno de sus hijos Humberto, también directivo de la entidad rectora del fútbol local.

El propio Humberto inició una acalorada defensa por el escándalo que provocó la reventa de entradas para el Mundial, luego de conocerse tickets que estaban a su nombre y el de su padre, que fueron revendidos en Brasil.

“No sé de dónde aparecen las entradas. No me pueden manchar por 220 dólares, con lo que cuido el apellido”, aseguró Humberto en diálogo con la señal deportiva de cable TyC Sports.

"Tengo las entradas de cuartos, las de semifinales. Las compré porque siempre hay amigos que quieren venir", agregó ‘Humbertito’, visiblemente enojado.

¿Cómo funcionaba la red de reventa?

Fofana se encargaba de juntar los tickets destinados por la FIFA para federaciones y jugadores, cuyo número rondaba las 700, y luego las revendía en un mercado negro selecto compuesto por gente adinerada.

La policía de Rio de Janeiro estima que Fofana revendía alrededor de 700 entradas por partido, permitiéndole obtener ganancias cercanas a los u$s 500 mil por cada encuentro.

Además del papá de Neymar, Ronaldinho, Julio y Humberto Grondona, el escándalo por reventa de entradas también involucra a las federaciones de fútbol de Brasil y de España.