A los especuladores se los ha llamado de muchas maneras en los recintos de las bolsas de commodities, pero nadie dijo nunca que les preocupara el interés de los inversores en general.

En consecuencia, no se

ría sorprendente que una de las formas en que estén aprovechando a los que invierten pasivamente sea la de apostar a la certeza de que las posiciones de los que invierten según los índices de commodities serán renovadas de manera mecánica cada mes, siguiendo patrones conocidos para cada día.

Los índices de commodities fueron creados como un medio sistemático y transparente para que el inversor pudiera lograr exposición a una clase de activo que ofrece un retorno sobre el capital diversificado. Aunque, en realidad, fueron creados para que los operadores hicieran dinero con los inversores que querían la diversificación.

El índice más exitoso, el Goldman Sachs Commodity Index, es usado como referencia por fondos con un valor estimado de 60.000 millones de dólares. El índice Dow Jones-AIG Commodity es el referente del segundo grupo de fondos, con alrededor de u$s 40.000 millones en activos.

Los administradores brindan lo que prometen: los precios de cierre de los contratos de commodities en los días en que los han especificado. Dado el tamaño de los fondos a los que sirven, hacen las cosas lo mejor que pueden.

El problema es la propia transparencia que los índices prometen, que es lo que los inversores demandan. Administradores más pequeños, con mayor flexibilidad que los que siguen a los índices podrían reducir y hasta evitar las apuestas de los especuladores.