Cuando el futuro es incierto, la tradición puede ofrecer una dosis de seguridad. Sin embargo, eso no se aplica al mundo de la moda; allí se demanda constantemente lo nuevo, lo diferente y lo inesperado. Pero, si las cosas se complican, hay que evitar lo demasiado inesperado.

En medio de la peor crisis económica de los últimos años, los diseñadores que presentaron sus modelos en la Semana de la Moda en París para la temporada Otoño/Invierno 2009/2010, que cerró el viernes, no se mostraron demasiado osados.

Lo que sí hicieron todos fue tratar de encontrar primero un tema original y exclusivo en torno al cual hacer girar toda su colección.

Jean Paul Gaultier, por ejemplo, eligió como foco a la primera generación de mujeres aviadoras, con lo que sus diseños abundaron en camperas de cuero, vestidos de seda y antiparras para recordar los aviones de los años 20 y 30.

El diseñador John Galliano, en cambio, eligió como leitmotiv para su desfile las muñecas rusas y el invierno de Moscú, con pasarela con nieve artificial incluida.