

Una vez por año los grandes estudios de Hollywood presentan a los canales de TV su nueva producción de series, básicamente lo que se va a ver durante el resto del año y parte del siguiente. Durante mayo las cadenas de televisión de todo el mundo se congregan por una semana en la ciudad de Los Angeles en algo que la industria del entretenimiento llama ‘L.A. screenings’ o en castellano, las ‘proyecciones de L.A.’. Es un evento enorme, maratónico y cansador donde cada día uno de los líderes del mercado catódico presenta una veintena de programas. El mecanismo es simple: te sentás en una enorme sala y te proyectan horas y horas de nuevas series. A veces son buenas, a veces simplemente invisibles. El objetivo es mostrarles a los posibles compradores la calidad y variedad de sus próximos proyectos.
Lo más alucinante de los screenings es que (si sobrevivís a esa movidita semana) se puede tener una idea muy acabada de cuales son las tendencias por venir en la pantalla chica. La industria anglosajona de televisión es como una gran masa, moviéndose en una misma dirección al unísono. Generalmente cuando un tipo de programa llama mucho la atención, al año siguiente aparece media tonelada en el mismo estilo.
Por ejemplo, tras el éxito de ‘Lost’ en 2004 surgió una ola de series sobre un grupo de desconocidos sin relación entre si atrapados en una situación extrema o en un ámbito exótico. El chiste es que, con el paso de los capítulos, descubrimos un extraño vínculo entre los personajes que ni ellos mismos conocían. Una lista de los programas nacidos a la sombra de este golazo muestra a otros muy parecidos como ‘Six Degrees’, ‘Héroes’, ‘Jericho’ y en los próximos meses ‘Flash Forward’. Todos ellos atados a este mismo esquema del grupo inconexo en el contexto extremo.
Muy parecido fue lo que pasó cuando ‘CSI’ se volvió un hit inesperado en el año 2000. La serie seguía las investigaciones de un grupo de forenses que, gracias a los cuerpos y las evidencias, reconstruían los crímenes. El modelo era tan simple que muy pronto aparecieron copias, imitaciones, variaciones y secuelas con títulos como ‘Cold Case’, ‘Without a Trace’, ‘CSI: Miami’, ‘CSI: NY’, ‘The Forgotten’, ‘Navy NCIS: Naval Criminal Investigative Service’, ‘NCIS: Los Angeles’ y ‘Eleventh Hour’. Todas se pasaron (y en algunos casos se pasan) por los canales de cable y aire locales y es fácil reconocer el terreno común.
Este año todo fue en otra dirección, hacia otro género. En el 2009 una parte importante de los llamados grandes estudios (como por ejemplo Fox, Warner, Universal, Paramount, Disney y Sony) presentó series protagonizadas por enfermeras y/o médicos. Puede ser una moda, sostenida por los buenos ratings que tiene en Estados Unidos ‘Grey’s Anatomy‘. O quizás un signo de un sistema creativamente agotado que solo especula con las cosas que le funcionan bien a otros, sin asumir nunca un riesgo. Más allá de cualquier análisis, como dirían las revistas de modas, este año la tendencia son los guardapolvos.
La realidad es que la mayoría de estos nuevos programas con trasfondo hospitalario tiene estilos y tonos muy diferentes. Algunos son oscuros dramas, otros parecen comedias light, unos tienen despliegue, otros son intimistas, algunos son idealistas y varios simplemente brutales. Entre esas proyectos están ‘Mercy‘ (particularmente bien escrita), ‘Trauma’ (impactante y que en su piloto presenta imágenes espectaculares como un choque entre dos helicópteros), ‘Miami Trauma’, ‘Hawthorne’ y ‘Three Rivers’.
La más extrema de todas es ‘Nurse Jackie’, protagonizada por Edie Falco. Esta señora rubia se hizo famosa encarnando a la increíble y sufrida esposa del mafioso Tony en la serie de HBO ‘Los Soprano’.
Falco es Jackie Peyton, una enfermera de un hospital de New York con gran capacidad tanto para ayudar a los pacientes como para desafiar a la autoridad. Como los médicos de la clínica oscilan entre soberbios e incompetentes, ella remata los vínculos con frases tan gráficas como ‘Este trabajo se trata de atravesar un montón de mierda de toda la gente que viene acá en el peor día de sus vidas. Para que sepas, los doctores están acá para diagnosticar. Nosotros curamos’. No solo eso: esta cuarentona se acuesta con compañeros y aspira medicamentos salvajemente. Es una extraña doble vida, porque ama a su marido y a sus hijas y sin embargo esa doble moral la mantiene en movimiento constante.
Aún en un universo donde existe un Dr. House, ‘Nurse Jackie’ (sin fecha de estreno aparente en la TV latinoamericana) lleva el genero al limite. La propuesta es que aceptemos a un personaje ambivalente por sus costados cálidos y que entendamos los aspectos más oscuros de quienes finalmente tienen que lidiar cotidianamente con la miseria humana. Teniendo en cuenta que esta enfermera es la descendiente directa de Ben Casey, el Dr. Kildare, Marcus Welby y centenares de galenos impolutos de la TV, es hora de aplaudir a quienes en un medio previsible se animan a algo más. Brindaría diciendo ‘¡Salud!’, pero después de tanto medico y enfermera hasta suena irónico.










