Veinte días después del violento ataque a la Legislatura porteña, que provocó el despido del ex ministro de Justicia, Gustavo Beliz, y obligó al Gobierno a modificar su política de seguridad frente a las manifestaciones callejeras, el presidente Néstor Kirchner y sus nuevos funcionarios se someterán hoy al primer test de la nueva era. La estrategia de prevención y disuasión elaborada por el Gobierno para hacer frente a los desmanes de piqueteros y otros grupos debutará esta tarde con el equipo completo: alrededor de 1.500 agentes de la Policía Federal custodiarán a partir de las 12 el edificio de la Legislatura porteña, donde los diputados locales intentarán sancionar las reformas al Código de Convivencia.
Será, probablemente, una jornada tensa. Fuera del edificio, una decena de grupos piqueteros y partidos de izquierda protestarán contra la nueva normativa (que endurece, aunque no mucho, las condiciones para las marchas callejeras) y pedirán la liberación de los 15 procesos por los violentos sucesos del 16 de julio. Los policías, por orden de Kirchner, no portarán armas de fuego. Confluirán frente al histórico edificio la CCC, el Polo Obrero, el MTD Aníbal Verón, la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, el PTS, el MST, Ammar, el Movimiento 29 de Mayo y la FTC nacional, entre otros. El MIJD de Raúl Castells adhiere a la marcha, pero no participará: sus miembros irán a la Plaza de Mayo en apoyo a los desocupados que tienen tomada la planta Termap, de YPF, en Santa Cruz.
Para el Gobierno, el saldo de la jornada sólo será positivo si no se producen incidentes. Pese a las promesas de los piqueteros –“será una protesta pacífica , dijo Néstor Pitrola, del Polo Obrero–, el procesamiento ordenado por la juez Silvia Ramond y la intensa presencia de partidos de izquierda podría provocar una efervescencia de ánimos que, de producirse, pondrá a prueba la templanza del nuevo jefe de la Policía Federal, Norberto Vallecca y del flamante ministro de Justicia, Horacio Rosatti.
La reforma del Código de Convivencia, impulsada por el bloque de Compromiso para el Cambio (el partido de Mauricio Macri) será muy probablemente sancionada hoy. Los macristas afirman poseer ya los 40 votos necesarios para conseguirlo, e incluso miembros del kirchnerismo de la Legislatura anunciaron su apoyo. Los principales bloques acordaron, después los incidentes, una versión algo más blanda que el proyecto original: no se reducirá a 16 años la edad de imputabilidad, no serán creadas las figuras de merodeo y acecho. Las medidas contra vendedores ambulantes, travestis y piqueteros, que provocaron el enojo de los perjudicados hace dos semanas, se tratarán más adelante (ver aparte).