En vez de estudiar el cielo, los científicos de la Nasa están utilizando los satélites para mirar hacia nuestro planeta y hacer un seguimiento de los cambios. En un año, según reveló recientemente la agencia espacial estadounidense, un área de hielo marino “del tamaño de Texas desapareció del rtico.

Datos recolectados por la Nasa muestran que el hielo marino perenne del rtico, que normalmente sobrevive la temporada veraniega, se redujo abruptamente en 14% entre 2004 y 2005. La desaparición del hielo ártico, el retroceso de los glaciares desde los Himalayas a Perú, las primaveras que llegan antes y los veranos más calurosos, son todos efectos que han registrado los científicos en los últimos años. Y también son la base del polémico documental de cambio climático del ex vicepresidente de Estados Unidos Al Gore, en el que muestra dramáticas escenas de montañas de hielo desplomándose, glaciares cayendo repentinamente al mar y osos polares ahogados porque no poder nadar entre témpanos de hielo como solían hacer.

Todo el mundo sabe que esto es el calentamiento global. Incluso aquellos escépticos sobre si el fenómeno es causado por la combustión de combustibles fósiles aceptan que las temperaturas mundiales han subido y continuarán subiendo.

El filme de Gore, en cartelera en EE.UU. desde mayo ha despertado la preocupación de los estadounidenses por el cambio climático mientras el gobierno federal rechaza el protocolo de Kioto, que busca limitarlo.

Los gobiernos de los estados y las empresas estadounidenses comenzaron a actuar por si mismas para evitar el calentamiento global. Según algunas estimaciones, estas medidas, repetidas en todo el globo, permitiría que el mundo estabilice sus emanaciones hacia mediados de siglo.

¿Pero será lo suficientemente pronto? Un grupo creciente de científicos opina que el mundo podría estar a punto de experimentar no un alza gradual de las temperaturas en las próximas décadas, sino una loca carrera hacia el caos climático. Aseguran que algunos de los cambios detonados por las temperaturas en alza tienen retroalimentación propia y pueden hacer que la tendencia se acelere más o provocar graves cambios en ciertos lugares del mundo.

Desde este punto de vista, la creciente proporción de dióxido de carbono en la atmósfera, mediante retroalimentación, está empujando al clima de la tierra a través de una serie de umbrales o puntos desencadenantes que amenazan con consecuencias cataclísmicas. Estos incluirían el derretimiento más acelerado que lo esperado del hielo ártico y el de Groenlandia, la rápida disolución de la capa subterránea de hielo, el fin de los monzones en India, una desaparición precipitada de la selva amazónica y la detención de las corrientes marinas que ayudan a llevar el clima cálido a Europa. La evidencia más obvia de estos efectos magnificados está en el rtico, donde el calentamiento global mundial ha sido más pronunciado que el promedio en todo el planeta. ¿Por qué? El hielo marino –extremadamente blanco– refleja gran parte de los rayos del sol, en la práctica enfriando el planeta, según explica el filme de Gore. Pero el derretimiento del hielo deja cada vez más mar oscuro expuesto, que entonces absorbe más calor, que a su vez derrite más hielo, por ende exponiendo más mar -una espiral de calentamiento que se acelera a sí misma.

El informe de la Nasa parece confirmar este ciclo.

Aunque algunos aconsejan no exagerar el efecto de la retroalimentación, la mayoría de los científicos acepta la posibilidad de que el clima cambiará de modo brusco en lugar de calentarse gradualmente.