La crisis que se desató a finales de 2001 provocó un importante cambio de fichas en el sistema financiero. En ese contexto las entidades extranjeras redujeron fuertemente su participación en el mercado, cediendo el protagonismo a los banqueros locales.

En el año 2001, las sucursales de los bancos extranjeros concentraban el 42% de filiales de todo el sistema y hoy apenas tienen un 18% del total. Del otro lado, las bocas de atención al público de las entidades locales sumaban (entre las públicas y las de capital privado) el 56% del total, cuando hoy ya acaparan más del 80%, según el último informe elaborado por ADEBA, la Asociación de Bancos Privados de Capital Argentino, en base a los datos del Banco Central.

Si bien con la crisis muchos bancos decidieron cerrar las puertas de varias sucursales, el principal factor que explica este nuevo escenario es el cambio de manos que se dio con el retiro del país de algunos grupos extranjeros. “Algunas sucursales se cerraron por una cuestión de eficiencia pero gran parte de la reducción se debe al traspaso de entidades extranjeras a grupos locales , explicó Ana Gavuzzo, analista de entidades financieras de la calificadora Fitch Rating.

Antes de la crisis, el sistema en su conjunto sumaba 4.273 sucursales, de las cuales 1.831 correspondían a los bancos extranjeros. Hoy en día, en total hay 3.822 sucursales y tan sólo 679 son de entidades de capital extranjero, o sea 1.152 menos que en 2001.

Los que se fueron

Los bancos que más crecieron en número de filiales fueron los nacionales de capital privado, que pasaron de tener 978 bocas de atención al público en 2001 a las 1.482 que tienen actualmente.

La seguidilla de operaciones comenzó con la salida del francés Crédit Agricole, que dejó en manos del Nación al Bisel, el Bersa y el Suquía, éste último vendido el año pasado al MacroBansud. El canadiense Scotiabank, fue prácticamente regalado al Banco Comafi y al MacroBansud. El Patagonia compró primero al italiano Sudameris y más tarde adquirió al Lloyd‘s Bank. Y por último, el Banex se quedó con otro francés, el Société Générale, aunque este cambio aún no se trasladó a las bocas de atención al pública.

De las 106 entidades que había antes de la crisis, 37 eran extranjeros y 34 eran locales de capital privado. Hoy, de los 91 bancos sigue habiendo 34 privados nacionales pero los extranjeros son muchos menos: 25.

En general, los bancos extranjeros que se fueron del país lo hicieron por estrategias globales, que incluían el retiro de sus filiales no sólo de la Argentina sino también de la región.

Este achicamiento de los bancos extranjeros en el sistema local ubicó a la banca pública en el primer lugar en cuanto a número de sucursales. Hoy, las entidades oficiales suman 1.608 filiales, lo que representa el 42% del total, mientras que en 2001, cuando tenían 1.391 sucursales, concentraban sólo el 33% del sistema.