El mercado "está pesado", resumen en la City. Si bien una nueva colocación por u$s 3.000 millones traería alivio a las finanzas del país, la respuesta de los bonos fue una baja de hasta 2,6% en pesos y 2,1% en dólares.
En cuanto a las acciones, toda las que componen el Merval cerraron en rojo, excepto Petrobras Brasil, Galicia y Macro. Así el Merval quedó en equilibrio, terminó 0,1% pese a los descensos de Tenaris e YPF. El alza de la petrolera fue un rebote, mientras que Galicia sumó porque su balance llegó mejor que lo esperado por el mercado.
Las principales caídas de los bonos se vieron entre los de largo plazo: el Discount y el Par en pesos se derrumbaron 2,6% cada uno, mientras que el Discount en dólares bajo ley neoyorquina se hundió 2,1%. El Bonar 24 también cayó, un 0,7%. A su vez, los cupones cedieron hasta 0,9%.
El director de Portfolio Personal, Augusto Posleman, comentó que el mercado interpreta que tras una nueva colocación de deuda "habrá más competencia entre los títulos". Al mismo tiempo, señaló que "para poder participar será necesario estar líquido", es decir contar con dinero disponible para poder "entrar" en el negocio.
"Esta caída de los bonos hace que la tasa se eleve. De continuar por el mismo rumbo, se volvería más cara una emisión", destacó Posleman.
En tanto, desde el Estudio Ber también subrayaron la mala influencia que tuvo sobre la renta fija el nuevo ataque judicial de los fondos buitres: ayer el fondo de inversión NML consiguió embargar cuentas de la Embajada de Argentina en Bélgica.
Por otro lado, en el Merval, las subas de 1,9% de Petrobras y de 1% de Galicia, acciones que representan el 31% y 9,3% del índice porteño, lograron neutralizar las caídas de 2,2% de Tenaris y 1,15% de YPF, papeles que también son "de peso" en la bolsa.
El contexto internacional también favoreció a los negocios locales. Pese a que se creía que Wall Street iba a tener una pésima sesión, el Dow Jones ganó 0,5%. La presidenta de la Reserva Federal (Fed), Janet Yellen, había dicho el miércoles que las acciones estaban "caras", opinión que hizo suponer un aluvión de ventas para el día siguiente. Pero un buen dato de empleo salvó el día: el número de pedidos del subsidio por desempleo subió levemente, a un nivel cercano a mínimos de 15 años. Este fue un buen indicador sobre la salud de la economía estadounidense, que sin embargo no cambia las previsiones de un alza de la tasas de interés en septiembre por parte de la Fed. Cabe recordar que hoy llega el informe de empleo.