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Los bonos argentinos inician la jornada del viernes con una tendencia alcista, tras la confirmación del renovado acuerdo con el FMI.
Al mercado le preocupa la dinámica de las reservas y allí el acuerdo trae un alivio.
Según se pautó, la Argentina recibirá cerca de de u$s 7500 millones en dos desembolsos: el primero en agosto y el siguiente en noviembre.
Esto permitirá saber cómo se pagará el próximo vencimiento, en un contexto en el que las reservas se han desplomado.
Jornada alcista
Todos los tramos de la curva soberana argentina operan con ganancias el viernes. El Global 2029 y el Global 2030 muestra subas de 2,06% y 2,03% respectivamente.
En el tramo medio, los Globales a 2035 y 2038 registran avances de 2,08% y 1,7% respectivamente, mientras que en el caso del Global 2041 y 2046, la deuda sube 2,07% y 2,25% respectivamente.
En el acumulado de la ultima semana, los bonos operan con subas de entre 0,5% y hasta 1,5%, a la vez que la deuda se mantiene operando en zona de maximos desde febrero pasado, acumulando ganancias de 40% desde el piso de fines de abril hasta la fecha.
Por su parte, las acciones argentinas inician la jornada del viernes de manera mixta.
El S&P Merval y el S&P Merval en dólares (CCL), ganan 1,4% y 1,5% respectivamente.
Las acciones en Wall Street operan mixtas.
Las ganancias son lideradas por las acciones de Edenor, Despegar, Grupo Financiero Galicia, BBVA Argentina, MercadoLibre y Grupo Supervielle, que suben entre 1,9% y 4,4%.
En cambio, Telecom y Corporación América caen 1,7% y 1,4% respectivamente.
Cerrado el acuerdo
El mercado se entusiasma gracias a la confirmación del acuerdo entre el Gobierno y el FMI.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) dio a conocer el staff level agreement con la Argentina.
Según se pautó, la Argentina recibirá cerca de de u$s 7500 millones en dos desembolsos: el primero en agosto y el siguiente en noviembre.
Además se aprueban las facultades de Economía para que pueda intervenir en los mercados financieros para mantener a raya el tipo de cambio.
En paralelo, el FMI pide reforzar las reservas y mantener el déficit fiscal en 1,9% del PBI.
Las reservas en retroceso
El tema más sensible dentro del acuerdo es que para pagar los u$s 3400 millones que le vencen a la argentina entre el 31 de julio y el 1 de agosto, el Gobierno no cuenta con los dólares suficientes para hacer frente a dicho compromiso.
Por lo tanto, sin el rescate del FMI, probablemente el Gobierno deba afrontar los pagos con Yuanes, provocando un hundimiento aún mayor en el nivel de reservas.
A la espera de mayores detalles sobre el acuerdo, los trascendidos resaltan que se establece también que habrá operaciones puente para que garantizar los pagos que la Argentina debe realizar el 31 de julio y el 3 de agosto próximos, uno de los aspectos que más preocupación generaba en el mercado.
Los analistas de Banco Galicia remarcaron el deterioro detrás del stock de dólares en poder del BCRA en los últimos meses.
"Las Reservas Netas vienen en terreno negativo desde principios de mayo y lo que más preocupa no es sólo su nivel (estimado hoy en u$s -8.300 millones) si no también su dinámica. En lo que va de 2023, las Reservas Internacionales acumulan una caída de u$s 19.100 millones, perforando actualmente un piso de u$s 26.000 millones, algo que no se veía desde enero 2016", advirtieron.
Los analista de Portfolio Personal Inversiones (PPI), afirmaron que con este nivel de reservas netas aun en mínimos, crecen los interrogantes sobre el pago que tiene que hacer Argentina al FMI este lunes 31/07 para no entrar en atrasos y que, indefectiblemente, las hundirá más.
"Los tiempos obligan a que Argentina tenga que pagar con yuanes este lunes los u$s 2660 millones de capital y el próximo viernes 04/08 los u$s 800 millones de intereses. Quedan u$s 1.300 millones en yuanes para llegar al primer tramo de u$s 5.000 millones de los u$s 10.000 millones activados por Massa en su viaje a China, por lo que habría que pedir una autorización al uso del segundo tramo de u$s 5000 millones, que el gigante asiático estaría dispuesto a conceder", afirmaron desde PPI.
Según sus estimaciones, en este caso las reservas netas bajarían a -u$s 9.957 millones el lunes y a -u$s 10.386 millones el viernes, siempre asumiendo que el BCRA sigue comprando u$s 122 millones diarios promedio en MULC e interviniendo con u$s 27 millones en el MEP como en los últimos tres días.
"Proyectando esta tendencia, a las PASO llegamos con reservas netas de -u$s 9.911 millones. Pensando en el caso en que llegue el desembolso de junio (u$s 4040 millones) inmediatamente posterior a los comicios, las reservas netas subirían a -u$s 6.682 millones y en el caso de que también se envíen los fondos de septiembre (u$s 3365 millones), levantarían a -u$s 2.506 millones", estimaron desde PPI.
El futuro de la deuda
Los bonos se han recuperado en las últimas semanas, alentados por un eventual acuerdo con el FMI, así como también por el trade electoral, es decir, una especulación del mercado sobre un eventual giro hacia la centro derecha tras las próximas elecciones.
Bajo esta especulación, los distintos tramos de la curva subieron entre 30% y 43% desde abril a la fecha, regresando a máximos de febrero pasado.
Ahora con la confirmación del acuerdo, el mercado sigue viendo potencial alcista, aunque de manera más limitada. Es decir, el famoso comprar con el rumor y vender con la noticia.
El operador de bonos de un banco local explicaba que los bonos mantienen el potencial alcista aunque ve riesgos de corto plazo.
"El acuerdo con el FMI ya estaba priceado en el mercado. Los inversores sabían que este iba a llegar. Por ello es que no veo a la confirmación del mismo con una señal alcista. Mirando hacia las próximas semanas, y de cara a la cercanía a las PASO, vemos riesgos de mayor volatilidad en la deuda, con chances de que los inversores prefieran ir más ´livianos´ rumbo a las elecciones y sin tanta exposición en bonos, pudiendo generar una baja en la renta fija local", dijo el trader.
Con una visión similar, Mauro Mazza, research de Bullmarket Brokers, entiende que el acuerdo con el FMI es una "no noticia estructural" ya que según su visión, el mercado en ningún momento dudo sobre el acuerdo, salvo sobre la recta final que algunos redujeron riesgo por las dudas.
"El acuerdo no dice nada nuevo en lo fiscal, y deja algunos grises en lo cambiario. Puntualmente habilita intervención en MEP con bonos por hasta 5.000 millones de Valores Nominales, unos u$s 1600 millones contra pesos, pero no dice mucho sobre el uso de las reservas para hacer intervenciones de mercado en paridad D y C (Esto es importante y la letra grande no dice nada)", dijo Mazza.
En cuanto al impacto de la deuda, Mazza entiende que el potencial alcista tras la nota es limitado.
"Vemos con los bonos un potencial al alza limitado a estos precios. Nos sentimos cómodos con el acuerdo, sabíamos que sucedería, pero no implica un catalizador de suba en los bonos. De hecho el FMI la letra chica no la blanqueo y hay muchas expectativas con el POST-PASO. Hoy miramos más los bonos de Zambia, Ucrania, SriLanka y Egipto, que lo que suceda con Massa y el FMI", señaló Mazza.
Menos incertidumbre
Más allá de si el acuerdo estaba (o no) precieado en la deuda, el hecho de que la Argentina haya cerrado con el FMI le quita un grado de incertidumbre a los bonos argentinos.
Esto es visto como un dato positivo para los inversores.
Nicolás Cappella, sales trader de Grupo IEB, considera que con la publicación del Staff Level Agreement, se despeja el único driver negativo que tenían en lo inmediato los bonos soberanos en dólares.
"Hay un viento de cola para la renta fija, que ya terminara el año performing y puede continuar con su rally especulativo, impulsado por temas políticos (por un lado las elecciones y por el otro , el costo político inmenso que le generaría a la próxima administración, comenzar con una reestructuración o default de los mismo) más que por la actual condición de la macro", estimó Cappella.
Sin embargo, también advierte que, con respecto a la macro, la situación actual, dista mucho de ser alentadora para los bonos.
De cualquier manera, entiende que la especulación de un 2024 con una cosecha no afectada por le sequía que podría mejorar en 20.000 millones las liquidación de dólares y un saldo exportador de energía gracias a Vaca Muerta, son los principales drivers que mueven a quienes especulan con que los bonos seguirán performing durante 2024 y no hará falta re estructuración", detalló
Julio Calcagnino, team líder de TSA Bursátil coincidió en que gran parte de los movimientos pre-electorales ya tuvieron lugar, más en equities que en bonos.
"Hacia adelante, creemos que en ambos segmentos debe haber "delivery", ya sea en la forma de medidas económicas o eventos que permitan continuar cambiando las expectativas en el frente político", estimó.
Para analizar el potencial de los títulos públicos, desde TSA Bursátil plantean un hipotético escenario de reestructuración que permita descomprimir las necesidades de financiamiento de corto plazo adaptándolas al promedio de los últimos 10 años de la balanza comercial, lo cual implica un tratamiento "ácido" a los bonistas a través de alargamiento de plazos y reducción de tasas de interés.
"A una Exit Yield del 10% (VPN promedio de USD 50 cada VN 100), se verifica que los retornos promedio son de +51,7% a junio de 2024, pero con EY del 15% son de +0,3%. Sin embargo, en la medida en que se relajan los supuestos del análisis, pueden obtenerse mayores retornos esperados, a costa de mayores necesidades de financiamiento", estimaron.