Los Créditos a Tasa Cero han sido, sin dudas, una de las grandes apuestas del Gobierno. Lanzados para mitigar los efectos de la pandemia, hoy continúan representando una medida de alivio en medio de la incertidumbre económica que atraviesa el país.

Relanzados hace tres meses, ya se otorgaron más de 360.000 créditos a tasa cero para monotributistas por un monto que está por encima de los $ 42.000 millones.

Se trata de préstamos por hasta $ 150.000 y son acreditados por las entidades bancarias seleccionadas en un solo desembolso en la tarjeta de crédito de cada monotributista. Los beneficiarios cuentan con 6 meses de gracia y la devolución se realiza en 12 cuotas sin intereses.

Pese a estas facilidades en medio de un escenario de alta inflación, la demanda por estos créditos permanece aún en niveles bajos si se contempla que hay 1,5 millones de personas habilitadas para pedirlos. Es que al igual que ocurrió en 2020, quienes sean beneficiarios de esta línea de créditos no podrán acceder a divisas en el mercado de cambios ni podrán operar títulos valores.

Es decir, quienes obtienen esta financiación no pueden acceder a dólares a través de los bancos ni de operaciones bursátiles. Y ese limitante, en un contexto de crecientes expectativas devaluatorias, parece desinflar la demanda.

Según cifras de la AFIP, el 60% de los créditos fueron otorgados a monotributistas de las categorías más bajas. El monto destinado a apuntalar la capacidad de consumo de los contribuyentes registrados en las categorías A y B asciende a cerca de $ 22.000 millones.

Si bien el mínimo de los Créditos a Tasa Cero previsto por la normativa es de $ 10.000 las cifras oficiales muestran que la mayoría de los contribuyentes solicitan el monto máximo previsto para cada categoría (para la Categoría A el monto máximo es de $ 90.000; para la Categoría B es de $ 120.000; y para el resto, hasta $ 150.000). Aún se puede iniciar el trámite porque la fecha limite es el 31 de diciembre de 2021.