Pese a la nueva colocación de deuda, las calificadoras de riesgo siguen viendo debilidades crediticias en el país asociadas al desbalance macroeconómico, la volatilidad política, el litigio con los holdouts y el limitado acceso al crédito internacional. Y Moodys y Fitch Ratings mantienen la incertidumbre sobre la capacidad del próximo gobierno de ordenar la economía.
"Las elecciones podrían no proveer un mandato para el cambio", dijo Fitch en un informe, pese a la intención de los candidatos de enfrentar los desequilibrios de la economía. "La alta popularidad del presidente saliente y la ausencia de señales claras sobre la necesidad de una política de ajuste podrían limitar el mandato para el cambio del presidente entrante.
Por lo tanto, la administración entrante, posiblemente, tenga que vender los cambios de política a la población. Esto podría resultar en una implementación gradual de los ajustes de política dada la magnitud de las distorsiones económicas", explicó.
Para Fitch, existe una considerable incertidumbre sobre cómo y cuándo el próximo gobierno solucionará el litigio con los holdouts. La agencia considera que la resolución de ese conflicto es clave para que el país pueda recuperar el crédito internacional, y le permitiría revisar la nota de default selectivo.
Para Moodys, "Argentina continúa enfrentando desafíos económicos y de crédito siguiendo los pasos de las elecciones". Prevé una caída del 1% en el PBI este año y una modesta recuperación en 2016, mientras evalúa la fortaleza institucional del país como "muy baja", debido a "una combinación de políticas desordenadas y un proceso político muy disputado".
"La desaceleración económica tiene múltiples causas, entre ellas la baja confianza, la inversión débil, la alta inflación, las restricciones a las importaciones y la menor demanda de Brasil, un socio comercial clave", dijo el vicepresidente Senior de Riesgo Crediticio de Moodys, Gabriel Torres, en un informe.
Para Moodys, las elecciones podrían dar lugar a cambios en las políticas públicas, incluyendo el arreglo con los holdouts, una noticia crediticia positiva, ya que hoy la nota es Caa1 con perspectiva negativa.