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Las tasas de inflación esperada implícitas en el mercado se han deteriorado en las últimas sesiones tras la difusión del dato de inflación de abril, cuando trepó al 8,4 por ciento. Los inversores se mantienen cautelosos y con temor a una mayor aceleración inflacionaria.


La inflación de 7,7% en marzo había sorprendido y lo mismo ocurrió con el mes pasado, cuando se aceleró por quinto mes consecutivo y salto 0,7 punto porcentual hasta 8,4% mensual. La inflación interanual se aceleró a 108,8% interanual y corre al 139,9% anualizado en el trimestre móvil.

Acumula así 32,0% en el primer cuatrimestre del año (130,0% anualizado), contra 23,1% acumulado en el primer cuatrimestre de 2022.

Los analistas de Delphos Investment detallaron que el IPC de abril otra vez elevó las expectativas de inflación de mediano plazo. "El mes pasado los precios al consumidor subieron un 8,4%, haciendo pensar en un nuevo piso inflacionario en torno al 8% mensual", dijeron.

Y explicaron que el mercado reaccionó en consecuencia. "Con cada sorpresa, el mercado reacciona con más demanda de títulos que ajustan por inflación. Por el lado de las, la tasa de inflación descontada en letras para mayo se ubica en 8,3%, mientras que hace una semana atrás era del 7,5%", detallaron.

Agregaron que, "si bien la tasa descontada marcó un nuevo máximo, se encuentra por debajo de las estimaciones de alta frecuencia para el mes corriente. A la vez, también la tasa de depreciación real implícita a marzo de 2024 se encuentra en nivel récord, en 16,2% anualizada".

Juan Pedro Mazza, estratega de Cohen, coincide en que la expectativa en el mercado se ha deteriorado.

"Luego del 8,4% de abril, hubo un fuerte ajuste de las expectativas al alza, los precios están desanclados y se aceleran mes a mes", dijo.

Mazza estima que esta expectativa se traduce en que las letras que ajustan por CER estiman una inflación que ronda entre el 8,2% y 10,8 por ciento.

"El dato de mayo va a capturar parte de la corrida cambiaria de fines de abril, subas en regulados, una mayor emisión (por adelantos transitorios, dólar soja y financiamiento indirecto al Tesoro mediante venta de los bonos del FGS) y mucha inercia por el elevado dato del mes pasado. Por todo esto esperamos un dato en torno al 9%, bastante por encima del breakeven de mercado, y nos inclinamos en favor de los instrumentos CER", estimó.

Finalmente, Martin Salvo, CIO de BIND Inversiones confirma que la expectativa en el mercado se mantiene desanclada.

"Vemos improbable que la inflación mensual esté por debajo del 6% mensual, y en estos niveles resulta difícil predecir los datos siguientes, en definitiva vemos con los títulos con algún tipo de ajuste son los más defensivos. Quizás, mirando las tasas reales tenga menos "upside" pero también menos "downside", con lo cual desde un óptica de retornos ajustados al riesgo seguimos con preferencia por CER y dólar linked", sostuvo.

Fundamentos para más inflación

Debido a la mayor expectativa inflacionaria, el mercado demanda cada vez más activos que ajustan por CER.

También hay un aumento en la demanda de activos indexados al tipo de cambio oficial a causa de los riesgos de una eventual devaluación del tipo de cambio oficial.

La licitación de ayer el Tesoro obtuvo un rolleo de 130%. Sin embargo, un dato clave es que existió un gran componente de deuda indexada a inflación o devaluación.

Según los analistas de Facimex Valores, al excluir el Bonte 2025, el 95% del financiamiento provino de instrumentos indexados, con fuerte demanda por el Boncer T2X3 (33% de lo adjudicado), el dólar linked T2V4 (25%) y la Lecer X18S3 (21%).

Existen fundamentos también para especular con mayor inflación. El BCRA está emitiendo pesos para asistir al Tesoro a un ritmo muy elevado y se le suma la emisión para la compra de dólares dentro del dólar agro, la emisión de pesos para comprar bonos en pesos y, fundamentalmente, la emisión de pesos para pagar los intereses de las Leliq.

Esta última es la mayor fuente de emisión monetaria, superando los $800.000 millones mensuales.

Juan Manuel Franco, economista jefe de Grupo SBS, remarcó que las múltiples fuentes de expansión de pesos dificultarán una merma significativa en las presiones nominales.

"Destacamos que la reciente suba de tasas del BCRA implica pagos de intereses por cerca del 20% de la base monetaria por mes, engrosando los stocks de pasivos remunerados y acelerando la tasa de crecimiento de los agregados más amplios", detalló.

Además, agregó que con respecto a la inflación de mayo, los datos de alta frecuencia mostraron una importante aceleración en el ritmo de avance de los precios en la primera quincena de abril, por lo que el dato de ese mes podría estar al menos en línea con el de abril", anticipó Franco.

De esta manera, y mirando hacia adelante, Franco estima que el panorama inflacionario y nominal luce desafiante, por lo que su estimación de inflación se ubica en el rango de 125% al 135% para 2023 y sujeta a riesgos alcistas.