Julio cerró con un nuevo capítulo de volatilidad en el mapa financiero local. En un escenario marcado por la incertidumbre financiera y la recalibración de portafolios, los activos argentinos mostraron un comportamiento dispar: las acciones sorprendieron con una recuperación sólida, los bonos en dólares profundizaron su tendencia negativa y el dólar aceleró su marcha alcista, lo que lo consolidó como el gran ganador del mes. En ese tablero mixto, el billete verde se impuso como refugio. Paradójicamente, desde que el ministro de Economía, Luis Caputo, lanzó con algo de sorna su ya célebre recomendación "comprá, campeón, no te la pierdas", la divisa norteamericana inició un rally que la llevó a escalar un 14% en el mes. Al respecto, Gustavo Gardey, Co Founder Bull Road Investments, explicó en diálogo con El Cronista que, el gran ganador de julio fue, sin lugar a dudas, el dólar. "El tipo de cambio avanzó con fuerza, especialmente en su versión mayorista, que cerró el mes en torno a los $1.373, lo que implica una suba del 14,13%. Incluso el contado con liquidación (CCL) -habitual termómetro financiero- registró un alza del 12,4%", advirtió el experto. Gardey aseguró que este salto cambiario "borró prácticamente las ganancias acumuladas por el carry trade en los últimos cuatro meses", con rendimientos en torno a una tasa efectiva mensual del 3%. Gardey indica que, el S&P Merval en dólares rebotó en julio, producto no solo por la cobertura ante la suba del tipo de cambio, sino también por el propio rendimiento de las acciones. "Aun así, el índice acumula una caída del 20,6% en lo que va del año", lamentó. El S&P Merval cerró julio con signo positivo, tras casi diez semanas consecutivas de caídas. El índice líder de la plaza porteña escaló casi 5% medido en dólares y se posicionó sobre los u$s 1.727,37 (CCL). Desde Guardian Capital explicaron que el rebote estuvo impulsado por fundamentos macro más sólidos, expectativas de crecimiento para 2025 y señales de consolidación fiscal. "Las acciones argentinas, en especial del sector financiero y energético, mostraron mejor desempeño que la deuda soberana, gracias al mayor volumen y al renovado interés inversor en medio de una economía que empieza a mostrar signos de normalización", señalaron los expertos. Isabel Botta, Product Manager en Balanz, agregó que, el mercado accionario local cerró el mes en terreno positivo, impulsado principalmente por los sectores de Real Estate y Utilities. La especialista indicó que medidas en términos de contado con liquidación (CCL), las acciones con mejor desempeño fueron: "Transener, con una suba cercana al 20%, e IRSA, que avanzó más del 15%. Por su parte, los sectores de Materiales y Bancos se mantuvieron prácticamente sin cambios y quedaron rezagados frente al resto del mercado". Botta destacó los casos de Pampa Energía, Transener y Transportadora de Gas del Norte. Para Guardian, el equity argentino, en especial del sector financiero y energético, ostentaron un mejor desempeño que la deuda soberana, gracias al mayor volumen y al renovado interés inversor en medio de una economía que "empieza a mostrar signos de normalización". A contramano del rally accionario, los bonos soberanos en dólares tuvieron un desempeño más bien flojo. El rebote de última semana, que llevó algunas paridades a recuperar entre 1,5% y 2,5%, fue insuficiente para cambiar la performance mensual, aunque trajo algo de alivio. Las mejoras en la nota crediticia por parte de Moody's, la aprobación técnica del programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el nuevo desembolso del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por u$s 1200 millones como catalizadores temporales. El séptimo mes del año cerró entonces con un retroceso generalizado para la deuda soberana argentina en dólares. La presión fue especialmente notoria en los Bonares, que acumularon caídas de dos dígitos en el mes. El AL29 se desplomó un 14,7%, seguido por el AL30 con una baja del 11%. Esta dinámica refleja la mayor vulnerabilidad de los instrumentos bajo ley local, que están más expuestos a cambios regulatorios o reestructuraciones unilaterales y muestran la desconfianza del mercado frente a la capacidad del Tesoro para ordenar sus cuentas sin recurrir a medidas discrecionales. Los Globales, por su parte, también operaron con tono bajista, aunque con una magnitud de caída algo menor. El GD30 perdió un 2%, el GD35 retrocedió un 1,2%, y el GD38 cayó un 2,7%. Botta escribió que, dentro de este segmento, el GD41 aparece como el bono más atractivo para capturar una compresión del riesgo país. También se destacan el AL30 y el AE38, que cotizan significativamente por debajo de sus comparables bajo ley NY, "sin fundamentos claros que justifiquen esa diferencia". Desde Guardian, señalaron que, los bonos en dólares, tuvieron un desempeño más discreto, presionados por la fortaleza global del dólar, que registró su primera suba mensual del año. "El contexto internacional, marcado por datos sólidos en EE.UU y la expectativa de que la Reserva Federal (Fed) mantenga tasas altas por más tiempo, impactó negativamente en activos emergentes. Sin embargo, en Argentina, la dinámica cambiaria y financiera sigue atada más a factores locales: volatilidad electoral, definición del régimen cambiario y consistencia del programa económico", advirtieron los expertos. El analista financiero, Leandro Monnittola dijo a El Cronista que, según distintas consultoras, la suba del dólar no tendría impacto significativo en las mediciones de inflación, que se ubicarían por debajo del 2%, puntualmente en torno al 1,8%. En ese contexto, explicó que la tasa fija falló en ofrecer cobertura frente a la marcada demanda por el dólar. "Se llevaron a cabo dos licitaciones en las que se convalidaron tasas más altas, buscando mayor nivel de adhesión y un rollover satisfactorio. Sin embargo, al analizar los rendimientos de la curva en pesos, solo algunos instrumentos ofrecieron una tasa real positiva frente a la inflación proyectada", dijo. Para el experto, las Lecap con vencimiento previo a noviembre registraron rendimientos que oscilaron entre 1,30% y 1,90%, con mejor desempeño en las colocaciones de agosto y septiembre. Aun así, la cobertura en pesos de corto plazo no resultó óptima, aseveró el estratega. El tramo medio de la curva fue el más golpeado por los flujos negativos, advirtió Monnittola: "Los Boncap T15D5 (15/12/25), T30E6 (30/01/26) y T13F6 (13/02/26) finalizaron el mes con pérdidas. En un escenario de recortes de tasas, muchos inversores habían migrado a ese segmento buscando fijar tasas o aprovechar el carry. Pero la suba del MEP y de tasas derivó en un desarme de posiciones". Por último, dice que, entre los bonos más largos, se destacó el T15E7 (15/01/27), con un rendimiento cercano al 2%. "En este instrumento el carry trade se mantiene atractivo, en particular si el dólar vuelve a testear la banda superior. Esa expectativa habría sido clave para su buen desempeño relativo". Desde Balanz agregaron que, los retornos de las Lecap fueron inferiores al 1%, muy por debajo de lo que se anticipaba en función de las tasas vigentes. No obstante, indicaron que se registró un aumento en los rendimientos mensuales proyectados hacia adelante, que pasaron de niveles por debajo del 3% a ubicarse entre 3,5% y 4% mensual. Este ajuste, según el broker, respondió al desarme de posiciones en LEFI y a una mayor volatilidad en las tasas, producto de un cambio en la estrategia de manejo de liquidez por parte de los bancos. En este contexto, concluyeron que, si bien las Letras mantuvieron el atractivo por ofrecer tasa real positiva, "el rendimiento efectivo del mes se ubicó lejos de los niveles esperados". Gardey concluyó que, las tensiones financieras generadas por el desarme de las Lefi y la incertidumbre en torno al acuerdo de Repo, sumadas al clima electoral, impulsaron una búsqueda defensiva de cobertura en dólares. En este contexto, los contratos de futuros registraron fuertes subas, especialmente en los tramos más cortos, con alzas de hasta 4%. "Para diciembre, el mercado ya descuenta un tipo de cambio en torno a los $1.525", cerró.