El presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, sorprendió ayer con un discurso en el que en lugar de concentrarse en la política monetaria se refirió a la administración de recursos públicos, el establecimiento de marcos regulatorios desde el Estado y al diseño de políticas. En ese contexto, el funcionario aseguró que la negativa del Gobierno anterior a imprimir billetes de mayor denominación le costó u$s 650 millones a la autoridad monetaria entre 2008 y 2015.
"Es sabido que el gobierno anterior no quiso emitir billetes de mayor denominación porque hubiera sido reconocer una inflación que ocultaba", explicó Sturzenegger durante un evento organizado por el Consejo de Profesionales de Ciencias Económicas y recordó que "aquellos funcionarios que osaron sugerir la emisión de billetes de mayor denominación fueron corridos de sus posiciones".
"Emitir un billete de $ 1000 pesos, por ejemplo, es 10 veces más barato que emitir 10 billetes de
$ 100. Para el BCRA, el cambio de denominación implicó que por haber provisto de circulante este año con billetes de $ 200, $ 500 y $ 1000, se logró un ahorro en costos de impresión por cerca de $ 2230 millones. En un año", dijo Sturzenegger.
"La política de encubrimiento de la inflación con su derivado de evitar optimizar la familia de billetes (asumiendo que no fuera una política adrede para emitir más billetes y acrecentar contrataciones) le implicó al país un costo adicional de impresión de u$s 640 millones de dólares entre los años 2008 y 2015", estimó.
El presidente del BCRA también se refirió al marco regulatorio. Al respecto, afirmó que es necesario "evitar la tentación de la sobrerregulación".
Sturzenegger dijo haber heredado una regulación estatal que desincentivaba en buena medida el crecimiento económico y recordó que "el ejemplo más flagrante de esto fue el cepo cambiario". La eliminación del cepo significó, según el funcionario, un doble beneficio: "Eliminó las trabas que nos impedían crecer, y redistribuyó recursos desde el sector financiero hacia los ciudadanos".
Como ejemplo de política que promueve la competencia, Sturzenegger contó la experiencia ocurrida con las comisiones bancarias. Al respecto, señaló que se produjo una gran paradoja: las comisiones fueron más altas durante el período en el que estuvieron regulada. "Cuando los bancos se convencieron de que íbamos a publicar sus precios en nuestra Web, raudamente empezaron a ajustar sus precios a la baja", concluyó.