¿Se siente presa de la posibilidad de un default en Grecia? Quizás esté mirando en la dirección equivocada.
La nación del sur de Europa tiene la deuda más elevada del mundo, equivalente a 175% de su economía o de su PBI, pero según las agencias evaluadoras de riesgo, eso no convierte a Grecia en el deudor más riesgoso para los inversores en bonos.


El título se lo lleva Ucrania, que actualmente no sólo está en guerra sino que también combate a acreedores por una deuda de u$s 15.000 millones cuyo pago no puede afrontar, según asegura el país.


La diferencia entre Grecia y Ucrania se refleja en los precios al que cotiza la deuda soberana de ambos países. Los precios de los bonos griegos se derrumbaron el año pasado cuando los inversores se asustaron con el éxito del partido Syriza. Sin embargo, se mantienen por encima de 50 centavos de euro, considerado el nivel de default. Los bonos equivalentes ucranianos cotizan por debajo de 50 centavos de dólar, lo que sugiere un riesgo muy superior de incumplimiento.


Esta semana, Ucrania fue declarado un "evento de crédito", y disparó los pagos de los seguros en el mercado de derivados de crédito. Según la calificadora Standard & Poors, es casi seguro que caiga en default.


Dicho esto, once países incluyendo Grecia hoy corren serios riesgo de incumplir con el pago de deudas según Moodys.
En todo el mundo, el auge del crédito en los mercados emergentes provocado por las tasas de interés bajas en Estados Unidos, Europa y Japón ahora parece vulnerable, lo que presión más a los países tomadores de deuda.


El debilitamiento del crédito soberano de mercados emergentes, que comenzó en 2013, siguió adelante este año debido a la desaceleración del crecimiento económico chino, la fragilidad de los precios de los commodities y el mayor costo del endeudamiento en dólares estadounidenses, según UBS.


La cantidad de países con serios desequilibrios de deuda se incrementó abruptamente, aseguró Maarten-Jan Bakkum, estratega del mercado emergente en NN Investment Partners. El crecimiento del crédito, que solía financiar proyectos de infraestructura y otorgar mayores préstamos de consumo, durante años se financió mayormente con el ingreso de capital extranjero. Esa marea podría estar retirándose, lo que preocupa porque no se sabe con qué se reemplazará.


Se suma a esa inquietud de los inversores de bonos la mayor inestabilidad política en muchos mercados emergentes.
"Los indicadores del riesgo país seguirán deteriorándose en los próximos meses," aseguró Kevin Daly de Aberdeen Asset Management.


Venezuela también eclipsa a Grecia en probabilidades de caer el default, con bonos que cotizan a niveles cercanos a los más bajos de su historia en un momento en que el país sale a vender reservas de oro para mantenerse al día con los pagos de deuda. Con la economía en pleno derrumbe, el mayor precio del seguro contra la posibilidad de que Venezuela no pueda pagar deuda a través de swaps de incumplimiento crediticio (CDS) a cinco años coloca las chances de default en 2016 por encima del 50%.


Moodys bajó su calificación a un escalón por encima de Argentina, y como el precio del petróleo la principal exportación de Venezuela sigue muy por debajo del pico del último verano, al país le resulta cada vez más difícil conseguir reservas para financiar deuda.


Asimismo, el regreso de Ecuador a los mercados hace unos años tras caer en default forma parte del auge de los bonos que sobresalió en 2014 y a partir de ahí retrocedió. Después de emitir un bono por u$s 2.000 millones con vencimiento 2024, el rendimiento del título de deuda saltó de 7% a 13% porque los inversores recalcularon los riesgos de repago a la luz de la caída de los precios del petróleo.


Argentina ya está en default técnico, después de que el año pasado el gobierno se negó a cumplir con un fallo de Estados Unidos que obliga al país a pagar a todos los acreedores. Y la isla caribeña de Granada hace poco fijó una quita de 50% a los inversores con bonos por más de u$s 260 millones tras un default en 2013.


Mientras tanto, los esfuerzos de Puerto Rico para reestructurar u$s 72.000 millones de deuda se están volviendo difíciles dado que los bonos del país han resistido una brutal liquidación cuando la isla trató de resolver la situación de su deuda.