Varios fondos de Qatar, el emirato rico en petróleo, principalmente Qatar Investment Authority y su brazo directo de inversión Qatar Holding, aprovecharon los años de crisis financiera para quedarse con participaciones de grandes bancos de todo el mundo.

Los bancos estaban en problemas y los qataríes son compradores de activos en problemas, explicó un experto en el sector.

Varios miles de millones de dólares permitieron que ahora dominen participaciones altamente influyentes en dos bancos extranjeros consolidados (Barclays y Credit Suisse) y tres sólidas entidades del grupo de los Brics (Agricultural Bank of China, Santander Brasil y, desde esta semana la rusa VTB). Hay otras apuestas repartidas desde Egipto hasta Grecia.

En términos puramente económicos, lo mejor que se podría decir de las grandes participaciones que tiene Qatar en el sector bancario es que los resultados han sido variados.

Es imposible determinar el desempeño exacto de cualquiera de ellas debido a la limitada revelación de datos. Sin embargo, queda claro que el mayor éxito fue la inversión por 2.300 millones de libras en Barclays en 2008. Apenas un año después, Qatar Holding cristalizó una ganancia de 1.400 millones de libras convirtiendo los warrants que habían adquirido junto con las acciones. Hoy, los qataríes poseen cerca del 10%, que hoy vale 320 millones de libras más que hace cinco años.

Agricultural Bank of China también fue una buena inversión, su precio casi no tuvo cambios desde que Qatar invirtió en la oferta pública de acciones que hizo la institución hace tres años.

En cambio, la historia de la apuesta en el Credit Suisse fue menos edificante. Habiendo comprado acciones por u$s 5.000 millones cuando la acción del banco estaba en 60 francos suizos, la participación de Qatar hoy está valuada en menos de la mitad de eso, si bien el golpe se vio amortiguado por los cupones sobre varios miles de millones de capital contingente adicional. También hay pérdidas latentes en la inversión en Santander Brasil.

Pero el desempeño de sus inversiones es sólo parte de la historia. Para los qataríes, comprar participaciones de bancos es la meta secundaria de asegurarse una ruta confiable hacia otras potenciales inversiones.

Al mismo tiempo, hay un tercer objetivo detrás de las apuestas en bancos, aseguran quienes han trabajado de cerca con los qataríes: la educación. A medida que el emirato y sus fondos se convierten rápidamente en inversores muy influyentes del mundo, reconocen que necesitan mejorar su nivel de sofisticación financiera local para no tener que depender de la experiencia importada.

Se han desprendido de los gerentes extranjeros y ahora conducen ellos mismos, comentó Tim Lincare, asesor corportivo y ex CEO de Panmure. Existe una meritocracia entre las familias. Los más brillantes prosperan, estudian en EE.UU. y Londres, agregó.