Los precios del petróleo ya no están en sus picos récord, pero siguen altos. Y las petroleras internacionales, que nadan en dinero al contado, dedican miles de millones de dólares a nuevos proyectos.
A primera vista, la industria del petróleo parece gozar de muy buena salud. Pero no todas son buenas noticias: en términos de producción una de las mediciones clave para el desempeño muchas de estas compañías se han estancado o, en el mejor de los casos, han logrado sólo incrementos marginales en lo que va del año.
Se estima que los resultados del tercer trimestre, que serán dados a conocer en las próximas tres semanas, incluirán cifras de producción que, una vez más, mostrarán crecimiento bajo o nulo. Por ejemplo, pronostican que las estadounidenses ExxonMobil y ConocoPhillips informarán una caída en la producción trimestral de 1,3% y 2,7%, respectivamente, comparado con el segundo trimestre, según han dicho los analistas de Deutsche Bank. Chevron, que es el segundo mayor productor del país, mostraría un aumento marginal de menos de 1%.
Con un panorama similar, se cree que varios de los principales productores petroleros de Europa, como BP y Eni, publicarán datos que mostrarán caídas en la producción.
Los analistas de Citigroup predijeron que BP informará una caída de más de 2% del segundo al tercer trimestre, ya que el grupo británico sigue afectado por una reducción en la actividad en el Golfo de México, tras el derrame del año pasado. Las acciones de BP quedaron presionadas la semana pasada cuando JPMorgan Cazenove pronosticó para la empresa ganancias netas para el tercer trimestre de u$s 4.800 millones, lo que representa un bajón, año sobre año, de 17%, y una declinación de 14% en relación al segundo período.
Un factor que ha contribuido a esta declinación es que sigue la escasez de barriles de petróleo de más alto valor provenientes del Golfo de México. Se estima que la caída incrementará la presión sobre Bob Dudley, CEO de BP, para que articule una estrategia creíble.
Mientras tanto, la italiana Eni, cuya producción quedó afectada por la guerra civil en Libia, también registraría una caída récord de cerca de 3%, según señaló Citigroup.
Se espera que la angloholandesa Royal Dutch Shell informe un incremento en la producción de 1,5%.
Aunque el panorama general para el sector ha quedado más sombrío por la pérdida de más de 1,3 millones de barriles diarios en Libia, la tendencia a un crecimiento anémico no es nada nuevo y apunta a un desafío de largo plazo para la industria.
El panorama de la producción petrolera global para los próximos 12 meses es complicado comentó Paul Cheng, analista senior de la firma BarCap, quien espera un crecimiento muy lento, si es que hay algún crecimiento para las grandes compañías desde 2011 al período 2012/13 por lo menos.
Este experto pone el foco en tendencias macroeconómicas para explicar el pobre desempeño: mucho del petróleo recientemente descubierto está en áreas de difícil y costoso acceso como las aguas profundas del Golfo de México y el occidente de frica, donde el ciclo natural de desarrollo es de entre seis y diez años con lo que la mayor parte de esos proyectos no empezarán a producir hasta después de 2013.
Además, desde el bajón económico del período 2008/09, se decidió posponer una cantidad de proyectos en los países de la OPEC y, pese a que actualmente los precios del crudo están más altos, llevará tiempo volver a encarrilarlos.
Según Paul Sankey, analista de Deutsche Bank en Nueva York, otro tema a considerar es que las empresas no han sido lo suficientemente agresivas con respecto a sus suposiciones sobre el precio del petróleo y, en consecuencia, invirtieron poco en lugar de mostrarse agresivas en la búsqueda de crecimiento. No hicieron planes para un nivel sostenido de u$s 100 por barril en el Brent.
Un análisis de la producción petrolera en el segundo trimestre, excluyendo el gas, que abarca a unas 40 petroleras en países de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), hecho por Sankey reveló que, pese a que el crudo Brent se comercializa a un precio de alrededor de u$s 120 el barril, la declinación promedio año sobre año para las compañías del sector de la OCDE era de 12%. Si se excluía el factor Libia, la declinación era de 8%.
Este estudio muestra que son sólo dos entre 16 grandes petroleras de la OCDE ExxonMobil y Shell las que no muestran declinación. Ambas firmas crecieron sólo 1%.
Sin embargo, hay un potencial dato positivo. En EE.UU., por ejemplo, con el desarrollo y la producción del crudo atrapado en rocas se ha revertido la declinación de décadas en la producción petrolera del país.
Este petróleo de formaciones compactas está creciendo a un ritmo muy rápido, dijo Cheng, quien agregó que lo vital para la industria petrolera es saber si el mundo encontrará estructuras geológicas similares fuera de Estados Unidos.
