Al cerrar su ferretería, Leandro Campos dice que está indeciso entre votar por la extrema izquierda o la extrema derecha en las elecciones presidenciales de Brasil del próximo mes.
Oriundo de Oliveira de Fátima, Leandro parece ignorar la contradicción al afirmar que sus candidatos favoritos son el izquierdista Fernando Haddad y el candidato de extrema derecha Jair Bolsonaro.
El joven de 28 años se siente atraído por Bolsonaro, que defiende la posesión de armas y la represión de la delincuencia, porque tiene la "personalidad de un pistolero", aunque dice que él y su familia siempre apoyaron al Partido de los Trabajadores de Haddad.
La indecisión a la hora de votar no es para nada nueva en Oliveira de Fátima y el estado circundante, Tocantins, en el sofocante interior de Brasil. Más de la mitad de los votantes se abstuvieron o emitieron votos nulos o en blanco en las elecciones de este año por la gobernación del estado.
Dado el descontento general de los brasileños tras los escándalos de corrupción y la profunda recesión, los analistas temen que la misma tendencia se extienda a las elecciones nacionales de octubre, lo que posiblemente termine en un candidato que reciba el apoyo de una pequeña minoría de la población.
Los analistas dijeron que una victoria para Haddad o Bolsonaro respaldada por solo una cuarta parte del padrón electoral podría implicar un desastre para el país, que precisa poner fin a las luchas políticas internas en Brasilia y aprobar importantes reformas fiscales.
Con una sociedad ya polarizada entre la extrema izquierda y la derecha, un presidente que reciba apoyo minoritario podría tener problemas para manejar el rebelde Congreso nacional, lo que posiblemente desencadenaría otro juicio político con resultados impredecibles para la joven democracia brasileña. Bolsonaro advirtió que recurriría a la fuerza militar en situaciones de "caos".
Según la encuestadora Datafolha, se prevé que el número de votantes que emitirán un voto nulo o en blanco alcance el nivel más alto en 16 años.
Después de todo lo que Lula y el PT hicieron con la corrupción, estoy desencantado con ellos y desilusionado con todos, no volveré a votar por nadie.
Maria Jacinta de Araújo, residente de Oliveira de Fátima
En la última encuesta, el 28% de los votantes respondió que apoyaría a Bolsonaro, el 16%, a Haddad, y el 11 % tenía previsto emitir un voto nulo o en blanco, es decir, un voto de protesta. Otro 5% estaba indeciso.
"Tradicionalmente en Brasil, ha habido un gran número de abstenciones, votos en blanco y nulos", dijo Evandro Borges, profesor de derecho y política en la Universidad Estatal de Tocantins. Y agregó que se espera que esta cifra sea más alta en las elecciones del próximo mes: "alrededor del 30%.
En las elecciones parciales de Tocantins, celebradas en junio, casi 52% de los votantes se abstuvo o emitió votos nulos. El ganador de las elecciones, el gobernador Mauro Carlesse, fue elegido con menos del 40% de los votos totales.
Según los analistas, la situación de Tocantins era un microcosmos de lo que sucedía a nivel nacional. Las elecciones parciales se llevaron a cabo después de que un tribunal despojara de su mandato al gobernador anterior, Marcelo Miranda, y a la vicegobernadora, por irregularidades en el financiamiento de la campaña. Era la tercera vez que Miranda, un granjero, corría la misma suerte. En siete años, el estado pasó por cuatro gobernadores.
"Los votantes le entregan un cheque en blanco al congresista para que los represente, pero una vez en el poder, éste sólo vela por sus propios intereses y no ofrece resultados a su electorado", explica Borges. "El otro tema son los escándalos de corrupción, que se volvieron moneda frecuente a nivel nacional y especialmente aquí en Tocantins".
