Los países más ricos del mundo han acordado un paquete de ayuda multimillonario en dólares para Túnez y Egipto, que derrocaron gobiernos autócratas en la primavera árabe.
Los miembros del Grupo de los Ochos países industrializados (G-8) se comprometieron durante la cumbre de esta semana en Deauville, Francia, a brindar una combinación de alivio de deuda, ayuda y asistencia a estas dos naciones consolidar la democracia.
Por su parte, Qatar ha estado en conversaciones con otros países petroleros del Golfo sobre un plan para crear un Banco de Desarrollo de Medio Oriente para ayudar a los Estados árabes en su transición a la democracia. Estaría inspirado en el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo que ayudó a reconstruir economías y sociedades en los países del bloque oriental tras la Guerra Fría.
Los detalles del paquete del G-8 están en proceso de ser acordados e incluyen una oferta del presidente Barack Obama, quien dijo este mes que EE.UU. aliviará la carga de la deuda de Egipto en u$s 1.000 millones y garantizará otros u$s 1.000 millones en préstamos a ese país.
Sin embargo, la escala de la ayuda ofrecida está limitada por la situación fiscal interna de los miembros del G-8: EE.UU., Alemania, Francia, Gran Bretaña, Canadá, Rusia, Japón e Italia.
Traducción: Graciela Rey
