n Lenguaje corporal: El secreto peor guardado de la diplomacia es el resentimiento entre Barack Obama y Benjamin Netanyahu. Cuando fue electo por primera vez, Netanyahu sintió que Obama trataba de aplicarle mano dura en torno a los asentamientos. Desde entonces la relación simplemente fue de mal en peor. Como las peleas perjudican políticamente a ambos mandatarios, se espera que se comporten como mejores amigos esta semana. Observen la cantidad de veces que Obama llamó a Netanyahu Bibi.
n El proceso de paz: La Casa Blanca hizo todo lo que pudo para bajar las expectativas de que en este viaje surja cualquier iniciativa nueva. A tal punto, que se acusa a Obama de hacer la visita simplemente como turista. Pero en base a lo poco que dijo la Casa Blanca sobre lo que EE.UU podría hacer o qué importancia le da al proceso de paz en el segundo mandato de Obama, cualquier indicio o sugerencia será tenido en cuenta.
n John Kerry: Una de las señales sobre el proceso de paz será la manera en que Obama se refiera a su nuevo secretario de Estado, quien lo estará acompañando durante la visita. Algunos en Washington esperan que Obama diga públicamente que le está pidiendo a Kerry que tome las riendas del procesos de paz, lo que le dará mucha más autoridad.
n Política israelí: El nuevo gobierno israelí tiene pocas horas de vida, pero uno de los objetivos de Obama es probar el terreno después de las recientes elecciones, donde a los partidos de centro les fue mejor de lo esperado. Querrá ver si eso creará alguna probabilidad de compromiso sobre los asentamientos y otros temas sensibles.
n Pueblo israelí: Otra de sus metas es probar y adular a los votantes israelíes. Después de 16 años en los que Bill Clinton y George W. Bush mostraron afecto por los israelíes, expresando una profunda conexión emocional hacia las inseguridades del país, los votantes no se sienten a gusto con el frío y distante presidente.
n Pueblo palestino: Con tanto esfuerzo puesto en tender una mano a los israelíes, el presidente se arriesga a tener un + camino aún más sinuoso, cuando vaya a Ramallah el jueves y a Bethlehem el viernes. Los problemas de Obama con los israelíes no lo volvieron más popular con los palestinos que sienten que él les perdió la confianza. Los manifestantes en Bethlehem el lunes prendieron fuego imágenes de Obama.
n Liderazgo palestino: Una de las tareas más delicadas de Obama será prometer poco en lo que se refiere al proceso de paz, pero sin embargo debe encontrar la manera de brindar apoyo y alentar a Mahmoud Abbas, el asediado líder de la Autoridad Palestina. Tarea nada fácil.
n Irán: quienes escriben los discursos de Obama enfrentan otra tarea nada envidiable: tratar de encontrar una forma de transmitir apoyo a Israel en su voluntad de actuar militarmente contra Irán, sin decir nada más específico de lo que ya ha dicho sobre cuándo. Como ambos gobiernos quieren evitar un desacuerdo público, probablemente no hay conversen demasiado en público sobre las diferentes líneas rojas que tienen para un golpe militar.
n Siria: Los gobiernos de EE.UU. e israel intercambiaron notas todo el tiempo sobre los acontecimientos en Siria, pero dada la creciente alarma en ambos países sobre una potencial pelea, éste será un tema importante de conversación.
n Jordania: La visita el viernes de Obama a Amman recibió poca atención y aún menos expectativas. Pero hay mucho para hablar en privado, especialmente sobre Siria, incluyendo la ola de refugiados que ingresan a Jordania y los tentativos esfuerzos de ayudar a los rebeldes sirios armados. Cualquiera sean las dudas que tenga Washington en privado sobre los modestos esfuerzos de Jordania para hacer una reforma política, se espera que Obama tenga palabras de aliento.
