Las autoridades antilavado de Francia advirtieron sobre las recientes adquisiciones de viñedos por parte de inversores rusos y chinos.
El uso de múltiples holdings con sede en paraísos fiscales llevó a Tracfin, la agencia encargada de detectar casos de lavado de dinero y financiación de terrorismo, a emitir una advertencia en su informe de 2012. Dada la complejidad de las estructuras legales empleadas en la adquisición de campos de vides, es muy difícil determinar al beneficiario final de la operación y los orígenes de los fondos, explicaron en la unidad de lucha contra el lavado.
Voceros de Tracfin recibieron alertas relacionadas con inversores rusos, chinos y ucranianos. En particular, describió la compra sospechosa de un viñedo por parte de una compañía de Chipre que es propiedad de un vehículo financiero con sede en una jurisdicción de bajos impuestos no especificada y cuyo dueño es un ciudadano ruso.
La advertencia se produce mientras las crecientes exportaciones de vino y cognac a mercados como China y Rusia impulsan la demanda de viñedos franceses proveniente de una nueva clase de compradores que pagan al contado.
Los inversores chinos apuntan a Burdeos, donde adquirieron 40 châteaux, de los 8.000 que hay en la región. Los rusos se volcaron al cognac, más al norte, donde se alzaron con siete viñedos en los últimos ocho años.
