China defiende sus esfuerzos por dragar nuevas islas en el Mar del Sur de China, asegurando que las obras como los puertos de aguas profundas y la pista de aterrizaje de 3 kilómetros (preparada para aviones de combate) son para usos pacíficos.
Después de las críticas del secretario de Defensa estadounidense Ashton Carter, el almirante chino Sun Jianguo aseguró en una reunión de expertos militares en Singapur conocida como el diálogo anual Shangri La que las islas tienen como propósito brindar "servicios públicos internacionales", tales como búsqueda, rescate y pronósticos meteorológicos. China no tiene "ninguna segunda intención", agregó.
EE.UU. y China están enfrascados en una creciente guerra de palabras sobre el reclamo territorial de China, el cual según Washington sumó 800 hectáreas en medio año, 400 veces más que cualquier otro reclamante en el Mar del Sur de China, según un funcionario estadounidense.
Otras potencias regionales, como Vietnam, Filipinas y Malasia, reivindican atolones de coral en la región, y dragaron algún terreno nuevo. No obstante, EE.UU. viene criticando severamente la escala del desarrollo chino, y aseguró que objetará los reclamos chinos de las aguas territoriales alrededor de las islas.
Washington subió la temperatura en mayo cuando un avión espía P-8 Poseidón cargado con un equipo de televisión de CNN voló sobre las islas reclamadas por China y se enfrentó a amenazas emitidas por radio de los militares chinos.
La mayoría de los analistas asumen que el objetivo final de la construcción de pistas de aterrizaje adecuadas para aviones de combate es poder imponer un reclamo al espacio aéreo sobre el mar como una Zona de Identificación de Defensa Aérea, similar a la que reivindicó China sobre las islas disputadas con Japón en el Mar Oriental de China en 2013.
