El gobierno de Brasil considera que el crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) en el tercer trimestre cayó en relación al trimestre anterior, pero no fue negativo. Según estimaciones preliminares, la economía avanzó entre cero y 0,5% en ese período. Fuentes oficiales aseguran que, entre octubre y diciembre, la expansión será mayor, lo que asegurará en el año, un avance de 3,5%.
Economistas oficiales creen también que el PBI crecerá por encima del 3% en 2012, lo que en un escenario de baja expansión en el resto del mundo, especialmente en las economías avanzadas, se considera un desempeño excepcional.
Con una visión más optimista, fuentes del Ministerio de Hacienda consultadas por Valor proyectan un alza de 5%. La proyección del Banco Central (BC) se conocerá recién a finales de diciembre.
En el primer trimestre de 2011, el PBI creció 1,2% en relación al último trimestre de 2010, descontados los efectos estacionales. En el período siguiente (de abril a junio), el ritmo de crecimiento cayó a 0,8%. Considerando el mismo factor estacional del último trimestre del año pasado, la economía crecería 2% entre octubre y diciembre, en caso de haber avanzado cero en el tercer trimestre; y 1%, si se hubiera expandido 0,5% entre julio y septiembre.
En la evaluación del gobierno, la economía brasileña continúa con una situación diferenciada en relación a otras áreas del mundo. Tiene un mercado doméstico más robusto, favorecido, por ejemplo, por el aumento del salario mínimo, superior a 14%, en enero; por la realización en los próximos años de una serie de inversiones en infraestructura; por la reducción de la tasa básica de interés (Selic), cuyos efectos se sentirán con mayor vigor en la actividad económica en los primeros meses de 2012; y por los flujos de inversión extranjera directa (IED), que están batiendo records en plena crisis financiera internacional.
Brasilia considera que en función de las obras de infraestructura relacionadas con la Copa de Confederaciones en julio de 2013 y el Mundial de Fútbol en 2014, las inversiones acelerarán en el segundo y en el tercer trimestre del próximo año. La mayoría de esas inversiones, principalmente las relativas a la construcción de estadios de fútbol, obras de movilidad urbana y reforma y ampliación de aeropuertos, se financiarán con recursos del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), por lo que no están sujetas a las altas tasas de intereses cobradas por el mercado.
El gobierno cuenta además con pesadas inversiones en la exploración de la camada pre-sal y con el renovado interés de inversores extranjeros en aplicar en Brasil. Sólo Petrobras planea invertir R$ 77.900 millones en el país en 2012. Por otro lado, según datos del Banco Central (BC), en el acumulado de 12 meses hasta septiembre, el volumen de IED alcanzó u$s 76.000 millones (cerca de R$ 150.000 millones). Esa diferencia entre Brasil y el mundo puede ser una discriminación positiva, comentó una fuente.
El paño de fondo de un escenario más optimista para la actividad económica este final de año y en 2012 es la creencia de parte del gobierno de que el BC comienza a ganar, aunque lentamente, la batalla de las expectativas de los agentes económicos en relación al comportamiento de la inflación. Muy criticado por la decisión de reducir la tasa Selic a final de agosto, de 12,5% a 12% al año, el BC estaría probando, en este momento, que tenía razón cuando previó un escenario externo peor al que esperaba el mercado, con todas las consecuencias para la economía brasileña.
El divisor de aguas fue la divulgación del IBC-Br (indicador de actividad económica que funciona como proxy del PBI calculado por el IBGE) de agosto, que fue negativo en 0,53%. Fue un divisor de aguas para el grupo que no creía en ese proceso de moderación de la economía. Juntando eso con el escenario de revisión del crecimiento en Estados Unidos y Europa, todo ayudará en ese proceso de revisión de las expectativas, observó un asesor.